La Habana instó este martes a Washington a deportar a todos los ciudadanos cubanos que tratan de entrar en territorio estadounidense de forma irregular con el objetivo de no estimular los flujos migratorios.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, hizo estas declaraciones en una conferencia de prensa al término de una reunión rutinaria bilateral sobre migración en La Habana con representantes del Gobierno estadounidense.

Según el Gobierno cubano, Estados Unidos admite proporcionalmente a muchos más migrantes irregulares de Cuba que de otros países, lo que supone un «estímulo» para quienes quieren emigrar, además de un «incumplimiento» de los acuerdos bilaterales.

«Al aceptar a la mayoría de los que llegan, incumplen los acuerdos bilaterales», aseguró De Cossío, que urgió a Estados Unidos en la reunión a cumplir los acuerdos bilaterales «en su integralidad» y «no selectivamente».

El viceministro habló de otros «incentivos específicos» de Estados Unidos para los migrantes cubanos, como la Ley de Ajuste Cubano, por la que se le otorga la residencia permanente a los cubanos a partir del año de estancia en territorio estadounidense.

A su juicio, en Washington «no hay voluntad política» para cambiar la política migratoria con respecto a Cuba porque prima la «prioridad» de «desestabilizar» Cuba sobre la de frenar los flujos humanos y garantizar una migración segura, regular, ordenada y legal.

En conclusión, el viceministro cubano señaló que la cita fue un «ejercicio útil», pero agregó que en materia migratoria bilateral «queda mucho por hacer».

De Cossío afirmó además que Washington es en gran medida responsable de la fuerte migración cubana hacia Estados Unidos por la aplicación de múltiples sanciones que lastran la economía isleña.

La reunión fue el cuarto encuentro sobre migración que mantienen los dos países desde la llegada a la presidencia estadounidense de Joe Biden (con su predecesor, Donald Trump, los contactos se interrumpieron).

Al frente de la delegación estadounidense se encontraba el subsecretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Eric Jacobstein, mientras que De Cossío encabezaba la cubana.

Cuba se encuentra sumida en una grave crisis económica y sin visos de remontar en el corto o medio plazo debido a la conjunción de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y los propios fallos de diseño e implementación de la política económica y monetaria.

La escasez de productos básicos (alimentos, medicina y combustible), la inflación galopante, la dolarización parcial de la economía y los frecuentes apagones han llevado a muchos a plantearse la salida del país ante la incertidumbre y la falta de perspectivas.

El año pasado más de 313.000 cubanos llegaron a Estados Unidos de forma irregular por su frontera sur. Este año Washington ha aceptado hasta el momento 57.000 solicitudes de parole de cubanos y decenas de miles han seguido llegando por la vía centroamericana.

Con información de EFE

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