La copa menstrual es una alternativa al uso de compresas sanitarias o tampones femeninos. Su popularidad ha aumentado en los últimos años, no solo por su comodidad sino por su aporte al medio ambiente, ya que no deja residuos contaminantes.
Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Este recipiente pequeño crea un vacío en el que se recolectan los fluidos del periodo y debe retirarse y limpiarse cada 8 a 12 horas. Suele estar fabricada con materiales inocuos como silicona médica, látex o elastómero medicinal, entre otros. A continuación, te contamos algunas ventajas y desventajas de la copa menstrual que deberías tener en cuenta. ¡Sigue leyendo para saber más!
Ventajas de la copa menstrual
Según la evidencia científica y el testimonio de muchas mujeres que ya la han probado, la copa menstrual es un elemento que ofrece varias ventajas.
1. Es una buena inversión
A pesar de su precio, que suele ser en promedio 18 dólares, dependiendo del tipo de kit, la copa menstrual no deja de ser una buena inversión, ya que, tanto las compresas como los tampones son desechables, mientras que la copa puede usarse una y otra vez.
De hecho, tiene una vida útil de entre 10 a 15 años, en función de los cuidados que se le presten. Así pues, el dinero que inviertes en comprarla, lo recuperarás en tres o cuatro meses.
2. La copa menstrual es ecológica
Al usar compresas y tampones, se producen miles de toneladas de desperdicios que tardan en desintegrarse entre 150 a 160 años. Al contrario, una mujer solo necesitará unas cuantas copas menstruales a lo largo de su vida. Esto hace que se dejen de producir miles de toneladas de desechos y se contribuya al medio ambiente.
3. Es higiénica
Gracias a las propiedades de sus materiales, la copa menstrual atrae menos bacterias que los tampones. Además, no seca, irrita o maltrata la zona vaginal y ayuda a mantener el equilibrio de su microbiota.
En ese sentido, se puede decir que la copa menstrual evita la aparición de infecciones y el shock tóxico que pueden producir los tampones. Esto, debido a que la silicona de la que está hecha es inerte y no contribuye a la proliferación de gérmenes, si se limpia de manera adecuada.
4. Es más cómoda
La copa menstrual puede utilizarse durante largos periodos de tiempo, dependiendo del flujo de la persona. Normalmente, se puede usar entre 8 y 12 horas e, incluso, se puede utilizar durante toda la noche o cuando se realizan ejercicios de alto rendimiento y flexibilidad.
De hecho, los accidentes durante estas actividades se reducen al mínimo, pues el mecanismo de sellado al vacío al interior de la vagina impide derrames, de modo que brinda mayor comodidad y seguridad durante el periodo.
5. Es segura
Las compresas o tampones están elaborados a partir de químicos sintéticos procesados como las dioxinas, que puede ser dañinos para la salud. Estas, son sustancias tóxicas que se producen de manera no intencionada en procesos que manejan sustancias cloradas, entre ellos, el papel blanqueado, tampones o productos cosméticos y farmacéuticos.
En relación a esto, una publicación de la Organización Mundial de la Salud comenta que esta sustancia es altamente tóxica y puede afectar el sistema inmunitario e interferir en el funcionamiento de las hormonas.
Por el contrario, la copa menstrual no tiene químicos dañinos o blanqueadores, y no absorbe ni libera ningún tipo de sustancias en el cuerpo, por lo que son totalmente seguras.
6. Son de uso prolongado
La copa menstrual es anatómica, puesto que se adapta a las paredes vaginales sin posibilidades de fuga a pesar del movimiento de quien la lleve puesta. Además, se puede utilizar durante más de 10 años sin ningún problema.
Desventajas de la copa menstrual
Así como este elemento puede resultar ventajoso en muchos escenarios, en otros no tanto. De hecho, en un estudio realizado en Kenia, se observó que en ocasiones, las adolescentes (de 14-16 años de edad) al principio tenían accidentes al intentar usar o retirar la copa menstrual: se les caía en el váter, se les perdían o directamente se les dañaban.
1. La talla cambia de acuerdo a la fase de cada mujer
Cada mujer es diferente, y por eso existen distintas tallas de copas menstruales. El tamaño dependerá de la edad, constitución física, la cantidad del flujo o si ha tenido hijos por parto natural o no. El problema es que en algunos casos estas especificaciones no resultan ser tan precisas.
2. La copa menstrual no es muy sencilla de poner las primeras veces
Aunque la forma en la que se pone es similar a la del tampón, las primeras veces puede resultar un poco incómodo ubicarla de manera adecuada. Además, si no se coloca correctamente, puede haber riesgo de goteos incómodos. Hay que tener mucha paciencia para aprender a colocarla, pero lo bueno es que una vez se logra, todo se empieza a volver mucho más sencillo.
3. Precio de inversión
Como comentamos anteriormente, las copas menstruales no son de lo más económico en el mercado con respecto al precio de otros productos tradicionales. Esto se debe a la calidad de diseño y materiales. No obstante, es una inversión que puede recuperarse en pocos meses.
4. Cambiar y lavar la copa menstrual
La copa menstrual es reutilizable y debe cambiarse después de determinado tiempo. Esto incluye lavarla con agua y jabón neutro. El problema es que, si no estás en casa, este proceso puede volverse complicado. Para evitarlo, puedes cambiarla antes de salir de casa y lavarla allí mismo y no en un lugar público.
5. Requiere mayores cuidados de limpieza
Cada mes, una vez que haya terminado tu ciclo menstrual, se debe desinfectar. Esto se logra poniéndola a hervir en agua durante 5 minutos, para esterilizarla y evitar riesgos. Además, cada cambio requiere de buena limpieza en las manos para manejarla apropiadamente y prevenir alguna infección interna.
6. Incomodidad al extraerla
Este recipiente funciona por sellado al vacío. Algunas mujeres no saben que es necesario pellizcar la parte baja del producto para romper el vacío que crea. De otro modo, la experiencia al usarla será incómoda.
7. Aprobación sanitaria
En algunos países, algunas marcas de copas menstruales no cuentan con registro sanitario ante las autoridades correspondientes. Es muy importante verificar su calidad, los materiales de fabricación y efectos secundarios que puedan producir y, más importante aún, que cuenten con la aprobación necesaria para no perjudicar la salud de quien las utiliza.