El tomate de árbol es un fruto desconocido para la gran mayoría de personas, pero muy apreciado por sus cualidades nutricionales. Además, su sabor dulce, ácido y un punto salado lo convierte en un ingrediente perfecto para un sinfín de recetas.
Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Si te interesa descubrir alimentos nuevos y curiosos y saber cómo estos pueden ayudarte a mantener una buena salud, te animamos a seguir adelante con la lectura del artículo.
Tomate de árbol o tamarillo: un pequeño tesoro tropical
El tomate de árbol (Solanum betaceum o Cyphomandra betácea) es el fruto de un arbusto originario de los Andes peruanos. A día de hoy, los principales países productores son Perú, Colombia, Brasil, Chile, Nueva Zelanda y Sudáfrica, entre otros.
Pertenece a la misma familia que las patatas o las berenjenas, pero en este caso el fruto es ovalado, pequeño (de entre 3 y 5 centímetros) y de color rojo anaranjado. Tiene una piel fina y una pulpa jugosa similar a la del tomate. Desprende un aroma muy agradable y en su interior se encuentran las semillas envueltas en una capa gelatinosa con un sabor dulce muy destacado.
Aunque no es su región de origen, fue Nueva Zelanda el país que lo dio a conocer en el mercado de las frutas. Allí, se bautizó como «tamarillo», pero también se conoce con otros nombres como «tomatillo», «sachatomate», «tomate andino», «mango nórdico» o «tomate de yuca».
Propiedades y nutrientes en el tomate de árbol
Según los datos obtenidos del New Zealand Institute for Crop & Food Research, la composición nutricional por 100 gramos de producto fresco es la siguiente:
- Energía: 36 kilocalorías.
- Proteína: 1,8 gramos.
- Grasas: 0,5 gramos.
- Carbohidratos: 4,3 gramos.
- Fibra: 3,6 gramos.
Además de estos, el tomate de árbol aporta interesantes componentes como polifenoles, carotenos y antocianinas. También es fuente destacable de vitaminas A, C y B6, y de algunos minerales (potasio, manganeso y cobre).
Estos compuestos con los que cuenta el tamarillo le otorgan una serie de propiedades. Cómo señalan los autores Wang y Zhu, es un alimento antiinflamatorio, antioxidante, antiproliferativo (inhibe la reproducción celular en especial de células cancerosas) y antiobesidad.
Por todas estas características, y pese a la novedad relativa de su cultivo, se cree que puede ser una fruta con un gran potencial como alimento saludable.
Los beneficios del tomate de árbol para el organismo
Tomado dentro del marco de una dieta sana y equilibrada, y en conjunto con unos hábitos de vida saludables, el tomate de árbol puede ofrecer algunos beneficios para la salud. Algunos de los más destacados son la protección cardiovascular, la prevención de enfermedades crónicas o el interesante aporte de fibra.
Antioxidante
Los compuestos con una actividad antioxidante protegen el organismo frente a la acción nociva de los radicales libres. Estos últimos, cuando aparecen en exceso, están relacionados con algunas enfermedades crónicas, inflamatorias y con el envejecimiento celular.
Protector de la salud cardiovascular
El sodio y el potasio son dos electrolitos necesarios para un correcto funcionamiento del organismo, especialmente en referencia al sistema cardiovascular. Sus actividades están relacionadas, pero ejercen funciones diferentes.
Los expertos de la Escuela de Salud Pública de Harvard observan que una alta ingesta de sal puede conducir a una elevación de la presión arterial y esta ser causa de problemas cardíacos. El potasio ayuda al cuerpo a relajar los vasos sanguíneos y a eliminar sodio a través de los riñones con lo que la presión disminuye.
El organismo necesita más sodio que potasio. Por eso, añadir frutas que lo contengan es positivo para la salud. Al contrario, cuando se ingiere más sodio en relación al potasio, existe un mayor riesgo de muerte por ataque al corazón.
Mantenimiento de una piel sana
El tamarillo contiene algunos nutrientes que se han reconocido como beneficiosos para el mantenimiento de una piel cuidada, protegida e hidratada.
Por un lado, la vitamina C estimula la síntesis de colágeno (una proteína que forma parte de la estructura de la piel) y ejerce un papel antioxidante protector de la radiación UVB.
Además, el tomate de árbol contiene vitamina A, sustancia requerida para mantener la integridad de las mucosas y la piel. Del mismo modo, ayuda a mantener el tono (evita la despigmentación), da firmeza, elasticidad y participa en la cicatrización de las heridas.
Más beneficios del tomate de árbol: bueno para la vista
La vitamina A juega otros papeles importantes en el organismo, uno de los cuales tiene que ver con la salud ocular. Esta es beneficiosa para un funcionamiento saludable de la superficie del ojo y también para la formación del fotoreceptor rodopsina.
Este último es de especial interés en lo que respecta a la visión nocturna pues permite que los ojos puedan ver en condiciones de poca luz. Además, algunos expertos creen que el retinol podría estar implicado también en la aparición de la miopía aunque por el momento es necesaria más investigación para corroborar la posible relación causal.
Ayuda digestiva
El tomate de árbol contiene una interesante cantidad de fibra. Uno de las principales beneficios de su presencia en la dieta es la regulación del tránsito intestinal al mejorar algunas situaciones como el estreñimiento.
La fibra dietética también es el alimento de la microbiota intestinal. Cuando los restos no digeridos de fibra llegan al colon, las bacterias intestinales la fermentan y dan lugar a una acción prebiótica con algunos efectos positivos para la salud.
Prevención de obesidad, diabetes y enfermedades crónicas
Los beneficios de introducir fruta y verdura en la dieta siempre han sido relevantes. Más allá de la protección frente a las enfermedades cardiovasculares, en los últimos años se ha investigado acerca de su relación con otros problemas crónicos y muy prevalentes como son la obesidad y la diabetes tipo 2.
Los alimentos con una buena presencia de fibra no suelen ser calóricamente densos. Además, como indican los estudios, estos permiten un vaciado gástrico más lento y conducen a una mayor sensación de saciedad. También, mejoran la tolerancia a la glucosa y pueden ser efectivos en la reducción del colesterol.
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