La frecuencia cardiaca normal se puede definir como la cantidad de veces que el corazón late por minuto. Para conocerla podemos utilizar un dispositivo (pulsómetro) o tomar el pulso manualmente, en la muñeca o en el cuello.
Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Dicha medición debe hacerse en reposo y en actividad para establecer el mínimo y el máximo. Conocer este dato es muy importante desde el punto de vista de la salud general y para el rendimiento deportivo, ya que podríamos estar ejercitando inadecuadamente.
Ahora bien, es oportuno señalar que la frecuencia cardiaca normal puede variar de una persona a la otra. Asimismo, factores como la edad, el sexo o el peso, así como la actividad física, inciden en las pulsaciones por minuto.
Frecuencia cardiaca normal según la edad
El concepto de frecuencia cardiaca o pulso expresa la relación entre la cantidad de latidos y un lapso de tiempo determinado, que por lo común es de 1 minuto. Este es un importante indicador de la actividad del corazón.
De manera particular, la frecuencia cardiaca normal hace referencia a lo esperado de acuerdo con el grupo de edad al que pertenecemos. Es una medida que debe tomarse como una referencia, ya que puede haber una diversidad de factores, circunstanciales o inherentes a la persona, que alteren el ritmo.
En algunos, el pulso puede ser un poco más rápido; en otros, más lento. Los valores normales de pulsaciones por minuto en reposo son los siguientes:
- Recién nacidos, hasta el primer mes: de 70 a 190.
- Bebés, hasta el primer año: de 80 a 160.
- Niños de 1 a 2 años: 80 a 130.
- Entre 3 y 4 años: 80 a 120.
- Entre 5 y 6 años: 75 a 115.
- Entre 7 y 9 años: 70 a 110.
- Mayores de 10 años: 60 a 100.
- Adultos: 60 a 100.
¿Qué factores alteran la frecuencia cardíaca normal?
Cuando nos movemos, el corazón comienza a latir más rápido. Caminando a paso ligero, estaremos entre 80 a 120 latidos por minuto. Incluso el solo hecho de comer ya hace que nos pongamos a 70-100 pulsaciones por minuto.
Por supuesto, hay un notable incremento de la frecuencia cardiaca durante el deporte. Y es que, al realizar actividad física, aumenta la demanda de energía y el corazón tiene que trabajar con mayor fuerza.
En tal sentido, dependiendo del nivel de intensidad, los latidos se aceleran, pudiendo llegar hasta 120-160. Los deportistas de alto rendimiento llegan a 180-200 pulsaciones por minuto. Sin embargo, en reposo están por debajo de 60.
Por otra parte, hay diversos factores que inciden o afectan la frecuencia cardiaca normal, haciendo que se acelere o ralentice. Son los siguientes:
- Edad: cuando envejecemos, no solo nos hacemos más lentos al caminar, sino que también nuestro corazón late más pausado.
- Temperatura del ambiente: si la temperatura sube, el corazón trabaja más.
- Emociones: estrés, ansiedad, miedo, alegría, amor pueden acelerar los latidos.
- Sobrepeso: en personas con obesidad es posible que el número de pulsaciones por minuto sea más alto de lo normal.
- Medicamentos: los bloqueadores beta hacen que se ralentice el pulso, mientras que los derivados de las anfetaminas lo aceleran.
- Padecimientos y condiciones del corazón: bradicardia, taquicardia y otras arritmias.
Lea la nota completa aquí