Las picaduras de pulga pocas veces tienen consecuencias graves, pero sí pueden dar origen a problemas de salud como complicación. Por eso no hay que subestimar la presencia de esos molestos insectos en el hogar y lo mejor es erradicarlos.
Por: Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Las pulgas son muy pequeñas y bastante resistentes: pueden durar hasta un año sin comer. Se alimentan de la sangre de los mamíferos y tienen un cuerpo duro que las protege de los intentos por destruirlas; además, se reproducen de manera copiosa.
Las picaduras de pulga
Las picaduras de pulga pueden provocar desde una simple molestia hasta peste bubónica, en algunos pocos casos. Lo usual es que su víctima ni siquiera sepa qué le ha picado ni en qué momento, o en qué lugar se produjo el ataque.
Es común que haya un enrojecimiento en la zona donde sucedió la picadura. También es habitual que esto cause picor. Sin embargo, los síntomas pueden variar de manera notable entre una persona y otra.
Las picaduras de pulga aparecen en la zona de los tobillos y las piernas, ya que es la región más cercana al suelo y está descubierta en el verano. También es frecuente que tengan lugar en la cintura, los senos, la ingle y las axilas o los pliegues de codos y rodillas.
Casi siempre aparecen entre dos y tres picaduras, a veces dispuestas en línea recta. Hay comezón y algo de irritación en la piel que varía en intensidad con base en el tipo de epidermis de la persona. Por otro lado, algunos no tienen ningún síntoma.
¿Cómo reconocer las picaduras de pulga?
Las picaduras de pulga se ven como protuberancias rojas con un puntito en el centro. Son muy similares a las picaduras de mosquitos. Sin embargo, las primeras son lesiones más pequeñas y suelen rodearse de un halo de color rosado.
La disposición habitual de las picaduras de pulga es en hilera, ya que estos insectos no vuelan y su forma tradicional de atacar es picando, dando unos pasos y picando de nuevo. Es frecuente que la herida sangre y por eso se encuentran rastros de tal hemorragia en las sábanas o la ropa.