Rasurar la piel sin irritarla puede parecer una misión imposible. Ya sea porque eres muy sensible, sufres de acné o porque no usas la técnica o el instrumental adecuados, en ocasiones aparecen enrojecimientos, puntos y protuberancias tras la afeitada.
Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
En consecuencia, puede resultar una experiencia poco grata eliminar el vello indeseado de la barba, del bigote o de la zona del bikini. Si bien existen otras opciones (como el depilado con cera o el láser), estas son costosas y requieren de mayor tiempo.
Para evitar estos inconvenientes al afeitarte, es necesario tomar en cuenta algunas recomendaciones relacionadas con la hidratación y los productos cosméticos, entre otros aspectos. A continuación, te contamos lo que debes hacer antes, durante y después para rasurar la piel sin irritarla.
Breve historia de la depilación
Desde la época de las cavernas, los seres humanos se preocupan por eliminar el vello corporal de algunas zonas. Esto se deduce de los hallazgos de ciertos instrumentos, como piedras o conchas marinas afiladas.
Luego, durante el imperio Egipcio, así como también con el esplendor de las civilizaciones helénica y romana, se buscaría mejorar las técnicas para tales fines, usando pinzas, navajas y cremas.
Es oportuno destacar que, en un principio, rasurarse estaba limitado a la barba en los varones, y solo en ciertas culturas. Según el libro Depilación definitiva (Un repaso por las técnicas depilatorias), las mujeres no tenían este hábito y solamente se decidieron a hacerlo cuando comenzaron a mostrar más zonas del cuerpo.
Así, en el siglo XVI, en Inglaterra, se adoptó la costumbre de eliminar las cejas en las mujeres. Posteriormente, se pasó a las axilas, a las piernas (con la llegada de la minifalda) y, finalmente (mediados del siglo XX), a la depilación de la zona de la entrepierna, por el uso del bikini.
Sin embargo, aún en la actualidad, pese a que existe una mejor tecnología, siguen observándose consecuencias indeseadas tras retirar el vello. Pero ¿por qué sucede esto?
¿Por qué se irrita la piel al afeitarla?
Antes de hablar sobre cómo rasurar la piel sin irritarla, es importante conocer las razones por las que aparecen puntos o enrojecimientos después de hacerlo. Solo así podrás prevenir las consecuencias indeseadas.
Zonas sensibles
En el cuerpo existen zonas más sensibles. En general, las áreas delicadas son las axilas y la zona del bikini, seguidas por las piernas. Por supuesto, esto puede variar de una persona a otra. Hay quienes se irritan fácilmente, incluso al rasurar la barba.
Aparte de esto, también el vello es más grueso en algunas partes, por lo que retirarlo requiere de mayor esfuerzo y esto aumenta las posibilidades de irritación.
Acné y alergias
En las personas que sufren de acné es frecuente que aparezcan enrojecimientos, ardor o protuberancias, incluso ligeros cortes tras la afeitada. También, se pueden manifestar alergias en la piel por el contacto con los instrumentos o por reacción a los productos empleados.
Falta de aseo
Rasurar la piel sin irritarla es posible si tomas ciertas medidas con respecto al aseo previo de la zona. Si no se retira la suciedad antes, no solo puede haber irritación, sino incluso infecciones, en caso de llegar a producirse algún corte.
Mala técnica
Colocar la rasuradora o el rastrillo de afeitar en una posición incorrecta, no moverla en la dirección en la que crece el vello, hacer muchas pasadas… con toda seguridad esta no es la mejor manera para evitar irritar la piel.
Instrumental inadecuado
Un mejor instrumento para retirar el vello puede optimizar los resultados, tanto desde el punto de vista estético como de la sensación que queda al realizar el procedimiento. Para rasurar la piel sin irritarla, es preferible usar rastrillos de hojas múltiples, que estén nuevas y bien afiladas. De lo contrario, se tiene que hacer más presión.
Rasurar la piel sin irritarla: ¿qué hacer antes?
La idea de depilar es que la piel se vea más vistosa o atractiva. No obstante, si luego aparecen esos brotes, que son como granitos, o zonas de piel enrojecida, no estarás logrando tu cometido. Por suerte, puedes evitar que esto te suceda. Toma nota, ya que a continuación te contamos lo que debes hacer antes, durante y después de rasurar la piel para no irritarla.
Prestar atención al ambiente
Aunque te parezca extraño, lo primero que debes tomar en cuenta antes de rasurarte es el lugar donde llevas a cabo la acción. Es decir, al espacio de la casa.
En este orden de ideas, es importante que sea un ambiente iluminado y tranquilo. Lo primero es porque, obviamente, tienes que ver bien lo que estás haciendo. Y, por supuesto, tienes que contar con un buen espejo, si vas a rasurar alguna parte de tu cara.
Lo segundo, la tranquilidad; se requiere porque esta es una actividad delicada y potencialmente peligrosa. Recuerda que estás manipulando un objeto cortante y podrías herirte.
Elegir el momento adecuado
Con respecto al lugar y al momento, la mayoría de las personas prefiere hacerlo en el baño y justo después de la ducha. Este es el momento ideal. Si has tomado un baño caliente, mucho mejor, ya que la piel no solo estará limpia, sino más relajada.
Sin embargo, si quieres rasurarte sin irritar la piel, no es aconsejable afeitarte al despertar. A menos que sea algo muy urgente, se debe evitar. Ten en cuenta que a esa hora tal vez estés un poco somnoliento y no coordines demasiado bien.
Por otra parte, si no has tomado una ducha o no tienes tiempo de hacerlo, la sugerencia es humedecer la piel, aplicando un paño con agua tibia durante algunos minutos. Esto ayuda a suavizar los folículos pilosos y hace que el vello sea un poco más fácil de cortar.
Realizar una limpieza y una exfoliación
Como se mencionó, debes lavar bien tu rostro para eliminar todo rastro de suciedad, a fin de prevenir la irritación y las posibles infecciones. Las personas con cutis grasoso deben tomar medidas adicionales, como usar un jabón neutro para retirar el exceso de sudoración. Si quieres depilar tus cejas, por ejemplo, también deberás quitar todo resto de maquillaje.
En general, se recomienda exfoliar la piel previamente con alguna loción. Con esto, se busca remover la acumulación de células muertas que obstruyen el folículo. Esta también es una buena medida para prevenir los vellos encarnados.
Al respecto, se pueden usar productos para exfoliación con ácido retinoico, glicólico o salicílico. Este último, además de ayudar a eliminar las obstrucciones de sebo y piel muerta, es antiinflamatorio. Recuerda frotar ligeramente o usar un guante para retirar todo el vello suelto y la piel muerta alrededor del área donde quieres rasurarte.
Corta antes de rasurar
Cuando la barba está muy larga o poblada, y has decidido quitarla por completo, primero debes comenzar rebajando con tijera y, luego, con maquinilla de cortar pelo, antes de pasar a usar el rastrillo.
Mejores consejos al rasurar
Ahora que ya has preparado «el terreno», llega el momento de poner manos a la obra. Tu piel está limpia y exfoliada, lista para iniciar el procedimiento, pero ¿cómo debes realizarlo para rasurar la piel sin irritarla?
Utiliza gel de afeitar
No puedes pretender rasurar la piel al seco sin irritarla. Es decir, es necesario aplicar algún producto, como crema o gel de afeitar. Esto, además de mantener la humectación, ayuda a que la rasuradora se deslice fácilmente.
Por otra parte, el gel o la espuma te ayuda a demarcar y ver mejor la zona que ya se ha rasurado. Así, evitas volver a pasar por el mismo sitio varias veces y previenes la irritación.
Nota importante: aplica la espuma o gel y espera un par de minutos antes de pasar el rastrillo.
Escoge un buen rastrillo o una buena rasuradora
Hay distintos modelos de rastrillos de afeitar, máquinas de afeitar o rasuradoras de hojillas, como también se le llama. Se debe elegir aquel que más se acomode a la piel, tomando en cuenta diversas variables:
- Las hojillas: lo recomendable es que sean hojas de acero inoxidable.
- El cabezal: un cabezal flexible se adapta mejor a las formas del cuerpo, particularmente en la cara, donde hay más ángulos.
- Para las zonas más íntimas o delicadas hay rasuradoras pequeñas que dan mayor precisión.
Por otra parte, recuerda que no debes usar la misma afeitadora para la cara y para el resto del cuerpo, ya que si procedes así será más probable que las hojillas se desgasten. Las hojas sin filo tiran del vello en lugar de cortarlo, provocando roces.
También, debes cambiar el rastrillo con frecuencia. Como máximo, algunas afeitadoras deben ser sustituidas tras tres afeitadas. Aunque si te rasuras seguido, el vello habrá crecido menos, será más fácil retirarlo y la vida útil del rastrillo se alargará.
Cuida la técnica
Debes afeitarte primero en la dirección en la que crece el vello. Por lo general, esto significa hacerlo de arriba hacia abajo en zonas como la cara o las piernas… Con esto, reducirás significativamente el tamaño del pelo.
Luego, procede en sentido contrario para terminar de eliminar lo que sobresale y dejar el vello al ras de piel. Pero no repases demasiadas veces un mismo lugar. Recuerda que el objetivo es rasurar la piel sin irritarla.
En ambos casos, ya sea que subas o que bajes, coloca la afeitadora en un ángulo de 45 grados con respecto a la superficie a rasurar. Así, las hojillas estarán mejor alineadas para cortar. Ayúdate con la mano libre, estirando la piel y tocando para sentir dónde sobresale algún pelo rebelde.
Consejos para después de rasurar
Es posible que hasta ahora hayas podido rasurar la piel sin irritar demasiado. Pero no debemos confiarte, ya que algunas reacciones pueden surgir pasado un rato.
Para evitarlas, una vez que hayas terminado, lava bien la zona con agua tibia, seca y, acto seguido, refresca e hidrata la piel con algún producto. De preferencia escoge una crea que no contenga alcohol ni otros compuestos que puedan resultar irritantes, como el lauril sulfato sódico.
Alternativas para rasurar la piel sin irritarla
Con cada afeitada corres el riesgo de sufrir pequeñas heridas o cortes, enrojecimientos, ardor, protuberancias o puntos. Sin embargo, hay otras formas de eliminar el vello y reducir estas reacciones.
Entre tales alternativas, se encuentran las máquinas depiladoras eléctricas que tienen algunas ventajas con respecto al rastrillo, ya que, por ejemplo, se desgastan menos y sus cabezales protegen de la irritación.
Se dice también que, a la larga, las depiladoras eléctricas pueden significar un ahorro, comparando lo que estas duran y lo que se gasta en rastrillos durante un año. Sin embargo, las maquinillas eléctricas no son tan precisas en ciertas zonas, teniéndose que recurrir, inevitablemente, a la rasuradora manual.
Además de esto, se tiene la opción de la depilación con cera y, por último, está la luz pulsada intensa (IPL), donde se irradia el folículo piloso a los fines de inhibir el crecimiento del vello.
Algunas personas prefieren estas técnicas porque los resultados se mantienen por más tiempo. Pero nada es perfecto: en el caso de la cera, también se pueden provocar daños y lesiones por los tirones; y la luz pulsada intensa tiene un alto costo.
En general, el rastrillo o la rasuradora es el que más irrita, si bien presenta algunas ventajas (ahorro de tiempo y costo, principalmente). Como has podido descubrir, es posible tomar algunas medidas para seguir usando este método y rasurar la piel sin irritarla.