Los callos surgen debido a la presión y el roce del zapato con el pie y esto sucede principalmente por dos tipos de razones:
Por: Espectador de Caracas con información de Boticaria
1- Fácilmente evitables: Por llevar zapatos demasiado pequeños, demasiado grandes, o simplemente inadecuados para la anatomía de nuestro pie. También aparecen cuando le cogemos demasiado cariño a unas sandalias y decidimos convertirlas en nuestras muy mejores amigas para todo el verano.
2. Difícilmente evitables: Por malformaciones en el pie, como por ejemplo los dedos en garra. Existen patologías ortopédicas que pueden corregirse, algunas incluso mediante intervenciones quirúrgicas. Otra causa más difícilmente evitable son las «anomalías biomecánicas» en una persona (como tener una pierna más corta que otra), que favorece un desigual reparto del peso en los pies.
¿Cómo podemos eliminar callos en los pies?
Para acabar con los callos y durezas existen dos tipos de procedimientos:
1. MECÁNICOS.
– Piedra pómez: un clásico para las durezas que aún tiene su público.
– Lima: es una de las «armas» más solicitadas para las durezas. Existen limas de diversos tipos y precios, aunque este verano parte la pana, con rotura de stock incluída, la lima a pilas Velvet Smooth del Dr. Scholl.
– Raspacallos: con aspecto parecido al de un rallador, el raspacallos siempre me pareció un elemento de tortura.
– Corta-callos: en el caso del corta-callos ya hablamos de «arma blanca». Se de una especie de rasqueta con cuchilla (sí, un aparato similar al que se emplean para limpiar las vitrocerámicas). No deben usarse a la ligera puesto que pueden ser origen de accidentes, heridas e infecciones si se nos va el corte de las manos. Para callosidades que realmente requieren «un tajo», lo mejor es acudir al podólogo.
2. QUÍMICOS.
El ácido salicílico sigue siendo el auténtico rey. Se trata de un queratolítico (del griego, querato-córnea y lisis-rotura o disolución). Es decir, se trata de una sustancia que va destruyendo las células de la superficie de la piel. El ácido salicílico se comercializa en múltiples formatos, algunos vetustos como el Callicida Rojo (líquido), el Callívoro Marthand (parche) o el Ungüento Morry y otros más novedosos como los apósitos de hidrocoloide o los bolígrafos psicodélicos.
Al igual que sucede con los anticelulíticos y su agente estrella, la cafeína, resulta interesante comprobar que con los callicidas tampoco se ha conseguido redescubrir la pólvora. Los apósitos para callos de Compeed o los bolígrafos «2 en 1» del Dr. Scholl, también contienen en su composición el mismo viejo conocido: el ácido salicílico. Presentan distinto continente (más bonito, más completo, más cómodo en la aplicación) pero el mismo contenido de ayer, hoy y siempre, para luchar contra el callo.
*Los diabéticos o personas medicadas con Sintrom no deben utilizar ácido salicílico para tratar sus callos. En su lugar, existen apósitos de hidratación localizada de Compeed que también los tratan y alivian de una forma segura, aunque «light».
Tip para eliminar callos en los pies
Ablandar las callosidades hace más sencilla su eliminación. Para ello son recomendables los baños relajantes como el de Saltratos, que contiene manzanilla en su composición.