El viceministro de Exteriores de Colombia, Jorge Rojas, se encuentra estos días de gira por Europa. Tras pasar por Alemania y Suiza, ha aterrizado en Madrid donde se ha reunido con el Gobierno de Pedro Sánchez. Entre los temas tratados no ha faltado el de Venezuela (aunque no tiene previsto reunirse con el presidente electo Edmundo González).

Colombia es uno de los actores que junto a Brasil y México han mantenido una negociación constante, pero con un perfil discreto y a veces muy tibio, antes y después de las elecciones del pasado 28 de julio. Antes, para insistir en la celebración de unos comicios libres, transparentes y democráticos; y después, para buscar una solución a la crisis abierta tras declarar el Consejo Nacional Electoral (CNE) a Nicolás Maduro ganador, victoria avalada por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), sin mostrar las actas. Algo que a día de hoy no ha sucedido todavía.

–¿Qué temas ha tratado en su encuentro con el Gobierno español?

-Estamos revisando la agenda comercial, que es muy importante y extensa en términos de infraestructuras, de telecomunicaciones; queremos reafirmar la relación España-Colombia en términos de transición energética justa, producción de energías renovables… Es muy importante que Colombia tenga aliados estratégicos en Europa para producir, almacenar y exportar hidrógeno verde, que es la visión del futuro. Pero con España nos unen también otros temas importantes que van desde seguridad, a narcotráfico, migraciones, cultura, ciencia o innovación. Es una relación de muchos años, con mucha continuidad, que queremos dejar fortalecida en este gobierno. Vamos a presidir la Celac, vamos a hacer una cumbre con la Unión Europea, y España será siempre una puerta a la UE para América Latina.

–¿Han hablado de la situación en Venezuela?

-Por supuesto, tenemos preocupaciones sobre la democracia y los derechos humanos en todo el continente. Lo que ha ocurrido en Venezuela ha sido abordado en términos de respeto por la soberanía y la autonomía del pueblo de Venezuela, pero buscando soluciones que hemos intentado antes, durante y después de las elecciones. Queremos paz política para Venezuela y creemos que eso solo se puede conseguir con diálogo entre las partes. Y Colombia esta lista para facilitar ese diálogo.

–¿Y cuáles son esas soluciones para la crisis?

-Primero, tenemos que asegurar la transparencia democrática usando la legislación de Venezuela, que hace unas elecciones con voto electrónico y finalmente hay una obligación de presentar unos resultados un mes después, es decir, el 28 de agosto. Debimos conocer una gaceta electoral con los resultados, y no ha sido así. Lo hemos lamentado. Por eso para nosotros es muy difícil aceptar el resultado electoral, por lo menos, en este momento, como otros países de la región, porque no hay claridad de los resultados del 28 de julio. Queremos que la haya y hemos hablado incluso de la observación concertada con las autoridades de Venezuela, y no ha sido posible. Estamos buscando fórmulas. El presidente (Gustavo Petro) ha hablado de cohabitación. Hay dos actores políticos en Venezuela y no se trata de desaparecer uno o desaparecer el otro. Tienen que convivir…

–Pero cohabitar con una dictadura que reprime a la oposición es complicado…

-Nosotros hemos dicho que queremos que Venezuela vuelva al sistema interamericano de derechos humanos. Somos países que tenemos valores alrededor de un orden basado en normas, y la principal de nuestro continente es el sistema interamericano de derechos humanos. Eso es una exigencia. También hemos dicho que lamentamos la salida de un opositor, lo hemos condenado y lo hemos repudiado porque no nos parece un gesto democrático. Y no queremos que repriman a nadie, y queremos que se profundice los derechos humanos y la democracia. Pero tenemos que mantener el diálogo. Ya se intentó la solución de cerrar la frontera, romper relaciones, bloquear a Venezuela, sanciones a sus líderes… ¿Eso ha funcionado? ¿Hemos mejorado? El desafío nuestro es demostrar que el diálogo y la apertura es el mecanismo con la comunidad internacional, por eso hablamos de una solución institucional que reconozca un gobierno, que tiene una legitimidad o no, pero hay un gobierno con una institución. Que funcione o no, eso es otra cosa que tendrán que resolverlo los venezolanos. Pero queremos una solución pacífica, que dé garantías y respete los derechos humanos porque hay actores extraterritoriales rondando esa crisis, y eso no nos gusta para un continente que se ha reafirmado como un continente de paz.

–Pero la crisis que sufre Venezuela afecta al resto de la región, y un ejemplo claro es el éxodo de venezolanos, que conoce bien Colombia pues allí viven casi tres millones. Y ya se ha advertido de otra oleada si persiste la crisis política y no hay un cambio de gobierno. ¿Ustedes ya han creado algún tipo de mecanismo para gestionar este nuevo éxodo?

-A nosotros nos anunciaron que iba a haber un éxodo y una oleada migratoria. Antes de las elecciones no ocurrió y después tampoco. El movimiento pendular entre Colombia y Venezuela un mes después de las elecciones tiene una reducción de un 13%. No quiere decir que la situación esté bien…

–Sin embargo, alguna ONG ha señalado que en agostó aumentó un 40% la entrada de venezolanos respecto al año anterior…

-No, nosotros tenemos un control migratorio de las personas que pasan, incluso por el Darién. Eso no quiere decir que la situación esté bien, tampoco que haya una oleada.

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