El general venezolano Hugo Carvajal volvió este martes ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón para declarar en la causa que ha reabierto sobre una presunta financiación irregular de Podemos y lo hizo de manos vacías, sin aportar documentación que sustente sus afirmaciones. A cambio, ofreció al juez proporcionar una reducida lista de posibles testigos, todos venezolanos afincados en España y otros países europeos que, considera, podrían ratificar lo que él viene apuntando e incluso aportar las pruebas de las que él carece, como adelantó ABC.
Por: El Espectador de Caracas con información de ABC
El ofrecimiento, verbal, habría de materializarse en las horas siguientes dando la lista de nombres al secretario judicial. Ese fue el pacto. De acuerdo a las fuentes jurídicas consultadas por ABC, el juez prevé citar a esas personas, que se consideran cualificadas para informar sobre este asunto porque lo conocerían de primera mano, y hacerlo en calidad de testigos protegidos. Uno de ellos podría ser, según las fuentes consultadas, el expresidente de Pdvsa, Rafael Ramírez. El objetivo, seguir investigando los hechos que Carvajal puso en su conocimiento para dirimir si efectivamente se consolidan indicios de delito.
Carvajal está en la cuenta atrás para frenar su extradición y su propio entorno es consciente de que salvo sorpresa, y lo sería que el Contencioso de la Audiencia Nacional ordenase parar máquinas en tanto resuelve el recurso que ha presentado contra la denegación de asilo en España, tiene los días contados. Que pese a ello, ayer mantuviera su intención de declarar y se prestase a las preguntas del juez y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso, durante hora y media se interpretaba en el juzgado como un síntoma de fiabilidad, la misma que se viene concediendo a su testimonio desde el primer día. Al fin y al cabo, trabajó codo a codo con Hugo Chávez durante años y era el jefe de los espías. Se le presume una ingente cantidad de información sensible.