Desde la Antártida al Polo Norte, los seres humanos y los animales viven expuestos a los microplásticos, diminutas partículas de contaminantes que, en humanos y roedores, se han relacionado con efectos adversos para la salud, como el estrés oxidativo y la inflamación.
Se sabe que las principales vías de exposición a los microplásticos para los humanos y para la fauna salvaje son la ingestión de alimentos contaminados y la inhalación de los microplásticos que transporta el aire.
Sin embargo, pocos estudios han examinado la inhalación como posible vía de exposición a los microplásticos en la fauna salvaje.
Ahora, un equipo de científicos estadounidense, liderado por Miranda Dziobak, del College of Charleston en Carolina del Sur (EE.UU.), ha encontrado partículas microplásticas en el aire exhalado por delfines mulares salvajes, lo que sugiere que la respiración puede ser una vía de entrada a estos contaminantes tan nocivos.
Para hacer este estudio, cuyos resultados se publican este miércoles en la revista Plos One, el equipo recogió muestras de aire exhalado de cinco delfines mulares en la bahía de Sarasota, Florida, y de seis delfines mulares en la bahía de Barataria, Luisiana.
Con información de EFE
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