Un impuesto aprobado recientemente en China amenaza con propinar un golpe adicional a las alicaídas finanzas del régimen de Nicolás Maduro al incrementar en casi el doble los costos del barril de crudo que Venezuela vende en desafío de las sanciones de Estados Unidos, dijeron analistas.
Por: El Espectador de Caracas con información de El Nuevo Herald
El impuesto de entre $30 y $40 por barril que entraría en vigencia del 12 de junio castiga las importaciones realizadas por las refinerías privadas chinas de un crudo extra-pesado altamente contaminante denominado bitumen mix, ofrecido normalmente por Irán, Canadá y Venezuela.
Pero de estos tres Venezuela es el país que recibirá el mayor golpe de la medida, ya que las refinerías privadas chinas son el destino final del crudo que el régimen vende con la complicidad de terceros, que le ayudan a esconder el punto de origen del combustible para evadir las sanciones estadounidenses.
Esas ventas constituyen la principal fuente de ingresos que el régimen recibe por concepto de ventas de petróleo luego que las sanciones de Washington lograran cerrar efectivamente sus mercados tradicionales, y ahora el impuesto chino amenaza con dejar a Venezuela sin un lugar donde vender su producto, dijeron analistas.
“Si no logran resolver el problema el impacto será catastrófico porque estamos hablando que prácticamente todo el petróleo venezolano que se exporta, excepto por el poquitico que va a Cuba, está yendo a China”, dijo Francisco Monaldi, profesor de economía energética del Instituto Baker de Políticas Públicas de Rice University.
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