El flujo vaginal es una mezcla de secreciones vaginales y moco cervical que se produce de manera natural. En menor o mayor medida toda mujer saludable lo genera. Su color y olor varían en cada caso, aunque en general se considera normal. Algunos episodios, como el flujo vaginal amarillo, pueden ser indicios de una condición subyacente.
Todo depende de las características del flujo. Es probable que antes del periodo menstrual algunas mujeres lo secreten con un color amarillento, ya que los cambios hormonales inciden en su composición. Sin embargo, si es la primera vez que lo manifiestas nunca lo debes pasar por alto. Hoy te decimos todo lo que deberías saber acerca del flujo vaginal amarillo.
Causas del flujo vaginal amarillo
Como ya hemos expuesto, el flujo vaginal sufre alteraciones en color y olor debido a los cambios hormonales. Entre otras cosas, el flujo vaginal ayuda a prevenir infecciones, lubricar el área durante las relaciones sexuales y a mantener limpia la vagina.
En condiciones normales el flujo es de color claro, no posee olor y puede variar en cuanto a su espesor. De igual modo, la cantidad secretada varía en intensidad por muchos factores (uso de anticonceptivos, por ejemplo). El cambio es natural en él, de manera que no siempre es motivo de alarma.
Cuando no existe un antecedente de modificaciones en su color, es probable de que sea un síntoma de una condición subyacente. Si el flujo es de color amarillo pálido, no posee olor y no se acompaña de otros signos no debería ser motivo de preocupación. Si su olor se ve alterado y desarrollas otros síntomas puede deberse a lo siguiente.
1. Infección por Candida sp.
La candidiasis vaginal es una infección fúngica que se produce por el hongo Candida albicans (levadura). De acuerdo con los investigadores, hasta el 90 % de todas las infecciones vaginales se originan por este microorganismo. Es tan común que Harvard Health estipula que el 75 % de las mujeres tendrá al menos un episodio en su vida.
Entre sus síntomas destacan las alteraciones en el color del flujo vaginal. Aunque con frecuencia el flujo adquiere un color blanco pálido, también puede adquirir un tono amarillento. Por lo general carece de olor, o este se manifiesta con muy baja intensidad.
Esta alteración del flujo vaginal se acompaña también de picor y ardor en la vagina, molestias al orinar, dolor o malestar al tener relaciones sexuales, inflamación de la vulva y enrojecimiento. La mayoría de los casos son leves y duran entre un par de días y dos semanas.
2. Enfermedad inflamatoria pélvica
La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es una condición que se caracteriza por la inflamación del endometrio, las trompas de Falopio o el peritoneo. Sucede, en general, cuando los microorganismos de la vagina ascienden y siguen su camino a través del útero. Las causas bacterianas, entonces, explican la mayoría de los casos.
La Oficina de la Salud de la Mujer señala que hasta el 5 % de las estadounidenses cuentan con EIP. En esta condición, la alteración del color del flujo vaginal se acompaña de mal olor, uno que puede llegar a ser muy intenso. Otros de sus síntomas son los siguientes:
- Dolor al orinar.
- Dolor en la parte inferior del abdomen.
- Fiebre.
- Periodos menstruales irregulares.
- Malestar durante las relaciones sexuales.
- Sangrado uterino anormal.
Esta condición se puede tratar con facilidad, algo que debe hacerse cuanto antes para evitar complicaciones. Por ejemplo, puede ocasionar dolor crónico, infertilidad o problemas durante el embarazo.
3. Clamidia
La clamidia es una enfermedad de trasmisión sexual (ETS) que por lo general no genera síntomas. Es por esto que, de acuerdo con los investigadores, el porcentaje de mujeres no diagnosticadas sin síntomas oscila entre 1,7 y 17 %. Algunos de los signos que puedes desarrollar son los siguientes:
- Micción dolorosa.
- Flujo vaginal anormal (en color y olor).
- Dolor al tener relaciones sexuales.
- Sangrado entre los periodos menstruales.
- Fiebre y náuseas (solo si la infección se ha propagado).
Si la infección no se trata a tiempo puede llegar hasta tu útero o las trompas de Falopio. Como consecuencias puedes desarrollas EIP y problemas de fertilidad o durante el embarazo. Por fortuna es tratable y, si se hace a tiempo, las consecuencias son prácticamente nulas.
4. Tricomoniasis
A pesar de que la tricomoniasis es una de las ETS más comunes, buena parte de la población ignora sus síntomas. De acuerdo con los estudios, esta condición es la ETS no viral más común del mundo. Así es: se trata de una enfermedad provocada por un parásito y no un virus.
En general la infección no provoca síntomas, aunque algunas mujeres pueden desarrollar lo siguiente:
- Secreción vaginal de color amarillo, marrón, gris o verde con mal olor.
- Dolor al tener relaciones sexuales.
- Dolor al orinar.
- Enrojecimiento y ardor en los genitales.
La infección se puede tratar con facilidad, aunque depende de qué tan avanzada se encuentre. Si no se hace a tiempo, puede aumentar el riesgo de contraer VIH y ocasionar problemas de esterilidad o complicaciones durante el embarazo.
Tratamiento para el flujo vaginal amarillo
Las condiciones que hemos presentado son solo una selección de algunas causas del flujo vaginal amarillo. En general, la mayoría de los casos se debe a un proceso infeccioso, uno que se puede tratar con facilidad a través de antibióticos o antimicóticos. También se pueden usar cremas tópicas para aliviar los síntomas.
En todo caso, lo ideal es que recurras a un especialista para obtener un diagnóstico certero. Por ejemplo, el uso de antibióticos es inútil frente a una infección por hongos; mientras que los antimicóticos no ayudarán a detener un proceso infeccioso por parásitos o virus.
El especialista determinará además el alcance del daño, de manera que descartarás posibles problemas en tu aparato reproductor. También te otorgará seguridad al saber que el tratamiento está en manos de un profesional. Si crees que el flujo vaginal amarillo es síntoma de algo mayor, no dudes consultar con uno de estos.