Causas comunes de dolor en el ombligo

El dolor en el ombligo es un motivo de consulta médica frecuente. El mismo suele ser resultado de alteraciones intestinales subyacentes o procesos que se originan en otros órganos y se irradian al abdomen. Te contamos 11 posibles causas del dolor en el ombligo y cómo solucionarlas.

Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud

El malestar abdominal localizado en el ombligo puede presentarse como cólicos repetitivos o sensación de pesadez persistente. En la mayoría de los casos se acompaña de síntomas gastrointestinales como los vómitos, la diarrea, el estreñimiento y las náuseas. De igual forma, es común la sudoración, la palidez y las palpitaciones en caso de procesos infecciosos.

En este sentido, la evaluación médica oportuna con diferentes pruebas de sangre y estudios de imagen, permite orientar el diagnóstico. La terapéutica depende del trastorno subyacente.

Causas comunes de dolor en el ombligo

El dolor abdominal localizado en el ombligo puede ser de presentación aguda o crónicaEstudios afirman que el malestar agudo se caracteriza por tener un periodo de evolución inferior a 48 o 72 horas. Por su parte, el dolor crónico es aquel que persiste por más de 3 meses.

1. Gastroenteritis

La gastroenteritis es la inflamación del epitelio y de la mucosa interna del tracto gastrointestinal como resultado de una infección viral, bacteriana o parasitaria. Esta afección es una causa habitual de hospitalización en menores de 5 años. Investigaciones sugieren que los principales patógenos involucrados son el rotavirus y Escherichia coli.

Las gastroenteritis suelen presentarse con dolor difuso en el ombligo, diarrea, vómitos, fiebre y escalofríos. Por lo general, la complicación más común es la deshidratación.

Las infecciones virales ceden luego de un par de días y requieren tratamiento sintomático. Las afecciones bacterianas pueden ameritar antibióticos.

Mujer con gastroenteritis.
Las gastroenteritis cursan con dolor tipo cólico, vómitos y diarrea.

2. Hernia umbilical

Una hernia umbilical es una protrusión de las asas intestinales a través de un defecto en los músculos abdominales que limitan al ombligo. Estas son comunes en los niños pequeños y el 80 % desaparecen entre los 4 y los 5 años, según estudios. En los adultos, el 90 % son adquiridas y predominan en las mujeres.

El síntoma habitual es un bulto cerca del ombligo. En los recién nacidos y los lactantes puede que solo sea visible al toser o al llorar. Por su parte, las hernias umbilicales en los adultos son causa de dolor en el ombligo que empeora con el esfuerzo.

Los principales factores de riesgo son el embarazo, la obesidad, los tumores abdominales, la ascitis y el esfuerzo físico excesivo. El tratamiento incluye desde la observación a la espera de regresión espontánea hasta la reparación del defecto por cirugía para evitar complicaciones.

3. Intoxicación alimentaria

La intoxicación alimentaria es una causa común de dolor tipo cólico alrededor del ombligo. Es resultado del consumo de alimentos contaminados por toxinas o gérmenes dañinos. En la mayoría de los casos se debe a una manipulación inadecuada de los alimentos.

Los síntomas más frecuentes incluyen las náuseas, los vómitos, la diarrea y la hinchazón abdominal. Estos pueden presentarse desde horas después del consumo de los alimentos hasta luego de un par de días.

El tratamiento se basa en el alivio de los síntomas y el remplazo de líquidos para evitar la deshidratación. El uso de antidiarreicos y antibióticos debe realizarse bajo estricta prescripción y vigilancia médica.

4. Embarazo

Las embarazadas suelen referir cólicos y molestias en todo el abdomen durante la gestación. En la mayoría de los casos se debe al crecimiento y al movimiento del bebé en el interior del útero, con la consiguiente distensión de las fibras musculares.

El embarazo puede favorecer la presentación de hernias umbilicales por debilidad de la pared del ombligo y distensión del ligamento fibroso del abdomen. De igual forma, la compresión de los vasos sanguíneos y las vías nerviosas por el útero gestante también promueve la aparición de molestias.

5. Síndrome del intestino irritable

Este es un trastorno que afecta al intestino grueso y se caracteriza por molestias abdominales que mejoran luego de la evacuación. El dolor es más frecuente en la parte inferior del ombligo, pero en ciertas ocasiones puede ser difuso.

Otros síntomas del síndrome del intestino irritable son los siguientes:

  • Diarrea.
  • Estreñimiento.
  • Hinchazón abdominal.
  • Aumento en los gases intestinales.
  • Cambios en la forma y la consistencia de las heces.

Esta afección debe ser tratada por un médico especialista en gastroenterología. Se recomiendan cambios en la dieta, el estilo de vida y manejo del estrés. El profesional puede incluir el uso de medicamentos antiespasmódicos, laxantes, probióticos, antidiarreicos y suplementación con fibra.

6. Diverticulitis

La diverticulitis es la inflamación de los divertículos del colon, unas pequeñas dilataciones que se forman en el revestimiento intestinal. Investigaciones sugieren que el 95 % de estas alteraciones se ubican a nivel del colon sigmoides.

Se presenta con dolor alrededor del ombligo o en la parte baja del vientre que se exacerba con las comidas y se alivia con la defecación. De igual forma, es común la distensión abdominal, el estreñimiento, la diarrea y el tenesmo rectal.

El diagnóstico de la diverticulitis se basa en la sintomatología y la confirmación por estudio de imagen endoscópica o por radiografía contrastada. Los médicos suelen recomendar una dieta rica en fibra, espasmolíticos y analgésicos para el dolor.

7. Apendicitis

La apendicitis es la inflamación del apéndice cecal, una pequeña bolsa que se extiende desde la primera porción del colon en la parte inferior derecha del abdomen. El dolor inicia alrededor del ombligo y luego de varias horas migra al cuadrante inferior derecho del vientre. Además, el malestar suele ser más intenso al caminar o toser.

Otros síntomas comunes incluyen los siguientes:

  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Fiebre.
  • Pérdida del apetito.
  • Aumento de la sensibilidad abdominal.

En este sentido, el paciente suele referir dolor intenso al presionar y soltar el abdomen con la punta de los dedos. De igual forma, es habitual la rigidez abdominal por irritación intestinal.

El diagnóstico de la apendicitis se basa en la clínica, las pruebas de sangre con elevación de los glóbulos blancos y la ecografía abdominal. Por fortuna, esta enfermedad puede ser solucionada mediante el abordaje quirúrgico y la extracción del apéndice inflamado.

8. Pancreatitis

La pancreatitis es la inflamación del páncreas de presentación súbita o crónica. Estudios afirman que el 80 % de los casos de pancreatitis aguda son producidos por cálculos en la vesícula biliar y por el consumo excesivo de alcohol.

El síntoma característico de esta afección es el dolor en la parte superior del ombligo que se irradia en banda a la espalda. Este malestar suele ser continuo e intenso y se acompaña de fiebre, náuseas, vómitos y sensibilidad abdominal.

El análisis de las enzimas pancreáticas, la función renal y la serie blanca son de utilidad en el diagnóstico de esta afección. En la mayoría de los casos, la pancreatitis se confirma por ecografía o tomografía computarizada. Las formas agudas se tratan con hidratación temprana y analgésicos.

9. Colecistitis

La colecistitis es la inflamación de la vesícula biliar que suele ser resultado de cálculos que obstruyen la salida de la bilis. Esta suele presentarse con dolor en la región superior derecha del abdomen o por encima del ombligo. El dolor suele ser como un cólico o un calambre y puede extenderse al hombro derecho y a la espalda.

De igual forma, la colecistitis puede presentarse con náuseas, vómitos y fiebre. Esta es una causa común de emergencia hospitalaria, por lo que se debe acudir a consulta lo antes posible ante la sospecha. El tratamiento se basa en antibióticos, cambios en la dieta, hidratación parenteral y extracción de la vesícula por cirugía.

Médico sosteniendo vesícula para explicar la litiasis biliar.
La vesícula biliar se ubica debajo del hígado y su dolor característico es en el lado derecho del abdomen, aunque puede molestar alrededor del ombligo.

10. Enfermedad inflamatoria intestinal

La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa son causas habituales de dolor continuo en el ombligo por inflamación crónica de la mucosa intestinal. Los síntomas pueden ser moderados a severos y experimentan periodos de remisión.

Algunas de las manifestaciones más comunes son las siguientes:

  • Pérdida de peso.
  • Diarrea persistente.
  • Cólicos abdominales.
  • Sangre en las heces.
  • Pérdida del apetito.

Esta enfermedad debe ser tratada por un especialista en gastroenterología. El plan terapéutico incluye cambios en la dieta, así como el uso de medicamentos analgésicos y antiespasmódicos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

11. Obstrucción intestinal

Se dice que hay obstrucción intestinal cuando existe detención del tránsito normal que impide la salida de las heces. Las causas más comunes incluyen las adherencias intestinales, las hernias y los tumores.

Son comunes los vómitos, las náuseas y el aumento de los gases intestinales. En los casos de obstrucción completa, la persona puede referir imposibilidad para evacuar. El diagnóstico se realiza por examen clínico y estudios de imagen.

En la mayoría de los casos, la obstrucción intestinal representa una emergencia médica que requiere hospitalización. El tratamiento incluye administración de líquidos endovenosos, succión de material fecal por sonda y cirugía.

Un síntoma que no debe ser subestimado

El dolor en el ombligo suele ser una manifestación clara de que algo no anda bien en el organismo. Por lo general, es resultado de afecciones leves y de resolución espontánea. No obstante, también puede advertir la presencia de apendicitis, pancreatitis, colecistitis y obstrucción intestinal.

Es recomendable estar atentos a la evolución del malestar y buscar ayuda médica en caso de que el dolor sea persistente y empeore con el tiempo. De igual forma, la fiebre alta, la sangre en las heces y la pérdida de la consciencia sugieren la necesidad de atención profesional inmediata.

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