Las Cataratas del Iguazú, en la frontera entre Argentina y Brasil, presentan un exuberante panorama debido a un aumento extraordinario del caudal de sus aguas, diez veces mayor al promedio habitual.
El Espectador de Caracas / EFE
Debido a este inusitado incremento, el parque nacional argentino Iguazú, el más visitado de Argentina, debió cerrar este jueves el acceso para los turistas al área Cataratas, pero este viernes se rehabilitará el ingreso de los circuitos superior e inferior que permiten contemplar los imponentes saltos de agua.
Sin embargo, el circuito de la Garganta del Diablo, que conduce hasta el principal salto de las Cataratas, permanecerá cerrado de momento, hasta que se evalúen las condiciones de seguridad necesarias para la circulación de los visitantes.
Fuentes oficiales dijeron a EFE que la Administración de Parques Nacionales de Argentina trabaja «para que los visitantes pronto puedan volver a recorrer este sitio Patrimonio Mundial, donde la naturaleza nos enseña la verdadera escala de la dimensión humana».
Destacaron que las Cataratas del Iguazú «son testigos del aumento extraordinario de su caudal, que incrementó diez veces su promedio habitual».
«Durante estos días, estamos apreciando un fenómeno único, producto del curso natural de lo que nos caracteriza como destino: la naturaleza», destacó Leo Lucas, presidente del Ente de Turismo de Iguazú.
Lucas destacó que «apreciar, sentir e imaginar esta fuerza entremezclada con el color de la tierra roja» de esa zona del noreste de Argentina es «una experiencia única y memorable».
El incremento del caudal a unos 16 millones de litros por segundo se explica por las fuertes precipitaciones aguas arriba, en la cuenca del río Iguazú, en territorio brasileño.
Según los registros de la Prefectura Naval Argentina, a la altura de la ciudad argentina de Puerto Iguazú, el río Iguazú pasó de tener una altura de 12,8 metros el lunes pasado a 25,4 metros este jueves.
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