Desde principios de los años 90, Francisco de Miranda, héroe venezolano y precursor de la independencia de América Latina, es la figura central de estudio para Carmen Bohórquez, filósofa e historiadora, recientemente reconocida con la medalla del Senado francés durante la Semana de América Latina y el Caribe.

En el acto, también se honró a otras figuras de la intelectualidad. Bohórquez opinó que el reconocimiento dado por el Senado es un buen paso de relación cultural, independientemente de las diferencias políticas, porque es una forma de expresar que “las autoridades francesas nos tienen respeto”.

“Me tocó a mí. Pienso que se apoyaron en mi trabajo sobre Miranda, siendo un lazo fundamental entre Venezuela y Francia. Pero, igualmente, se puede decir que Miranda es un lazo histórico con Rusia y nuestro país”, comentó.

Miranda a la vista

Fue en los inicios del doctorado en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad de la Sorbona, Francia, que lee a Miranda, a través de su investigación para identificar desde “cuál momento los habitantes de las colonias habían comenzado a pensarse con una identidad distinta a la que España había impuesto. ¿Cuándo habían comenzado a pensarse como americanos? ”.

“En el trabajo me sitúo primero en el momento histórico de la independencia. Buscando más allá de quienes participaron directamente, descubrí que Francisco de Miranda había sido el primero que se planteaba la idea de que no somos vasallos nacidos en la India, y tampoco españoles americanos, sino que somos americanos con derecho a una nación bien definida y con un gobierno adecuado a las necesidades de sus habitantes”, manifestó.

Dijo que el Libertador Simón Bolívar estuvo al frente de la independencia, a través de las grandes batallas, pero Miranda, como militar y principalmente ideólogo, es digno de mérito y mención constante.

“Mientras no se reconozca de verdad el trabajo de Miranda, estoy llamada a seguir investigando y difundiendo su pensamiento”, afirmó.

En la Revolución francesa

Años después de la llegada de Miranda a Madrid, España, en 1771, para desarrollar sus conocimientos con las lecturas de John Locke y David Hume, y exteriorizando su deseo de viajar a otros países, cultiva al mismo tiempo su plan de emancipación para acabar con las colonias españolas establecidas en América del Sur.

Idea también un proyecto político que llamó Colombia. Llega a la ciudad de París, Francia, en 1792, y conoce el movimiento revolucionario, antes de la caída del monarca Luis XVI. Miranda se une al ejército con una serie de condiciones y con un proyecto americano que nunca abandonaría.

Maximilien Robespierre fue uno de los líderes integrantes del Comité de Salvación Pública, durante la Revolución francesa. “Miranda veía la radicalidad de Robespierre, y pensó que un gobierno así sería fatal para América”, explicó.

Así es que, con un pensamiento que se alimentaba de la Ilustración, escribió ideas esenciales para la región; entre las que destaca está “su proclamación de 1801, que es de valor constitucional”, afirmó.

Mencionó que, además, Miranda diseñó la bandera venezolana (el amarillo, azul y rojo), que “representa sus ideas políticas; significa unidad desde la diversidad de culturas. Y los colores primarios que usa, los toma de la tesis de Isaac Newton en su descomposición de la luz: de la combinación nacen todos los demás colores”.

Ideal vivo

La profesora Bohórquez expuso que “mientras exista una idea que atraviese toda la historia, y esta no logre desarrollarse plenamente, seguirá siendo retomada”; esto lo apuntó para referirse a la vigencia del pensamiento de Miranda, demostrando que sí “hay ideas propias en América Latina; siempre las hubo”.

La también presidenta del Instituto de Estudios Francisco de Miranda sostuvo que la historia de este venezolano universal debe ser cultivada en escuelas y universidades.

Para conocer más sobre Miranda y su archivo histórico, visite la página web: http://www.franciscodemiranda.org/

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