Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, pero los griegos crearon dioses a imagen y semejanza de los hombres.
@CarlosRaulHer / El Universal
1.El origen del universo para los griegos es como la política, sangriento y parricida. Urano impide que su hijo Cronos y sus hermanos los titanes salgan del vientre de su madre Gea, la tierra, hasta que Cronos reacciona, le arranca el miembro y lo lanza al mar, cuya espuma engendra a la diosa del amor, Afrodita. Ahora reina Cronos, e igual persigue a sus hijos para que no le hagan lo mismo (la palabra descojonar debe ser de raíz griega). Su mujer Rea, esconde al menor Zeus en una montaña en Creta hasta que crece, declara la guerra a su padre, lo derrota y expulsa junto a los titanes. Sin embargo, hay una violenta insurrección del gigante Tifón quien aplasta a Zeus y Atenea, corta los tendones al primero, y lo deja convertido en una piltrafa doliente, hasta que el fiel Hermes descubre dónde escondió los tendones, Zeus se los reimplanta, y va por la represalia. Arranca el monte Etna y lo arroja sobre Tifón. Desde entonces cuando el volcán entra en actividad, es la ira de Tifón.
2.La mitología griega está marcada por el libertinaje sexual, el desorden de Zeus, y las rabietas de Hera su esposa. Zeus se enamora de Alcmena, mujer de Anfitrión, toma la forma de éste, se acuesta con ella, prolonga la duración de la noche en tres días y engendra a Hércules. Al terminar la larga noche, regresa Anfitrión a su casa y a su vez engendra a Ificles. Ambos nacen con un mes de diferencia. Otro caso. Zeus se convierte en cisne para seducir a Leda, quien ya había tenido ese día relaciones con su marido Tíndaro, y también quedó doblemente preñada: de Zeus, tendrá a Helena (de Troya) y Pólux; y de Tíndaro, a Cástor y Clitemnestra.
3. La boda de la diosa Tetis y el rey Peleo, los futuros padres de Aquiles, fue el evento del milenio de las oligarquías, deidades y príncipes, una concentración de glamour jamás vista y por eso decidieron excluir a Eris, la diosa de la Discordia, y como era imposible que no se enterara, ella lo tomó, con toda razón, como una afrenta, con terribles consecuencias. En el transcurso de tan magna reunión aparece un exquisito presente de Eris, una manzana de oro, que tenía grabado: “para la más bella”. Aquel público de sofisticadas diosas, náyades, ninfas, humanas, se levantó a reclamar su regalo, pero se achicaron al ver que las jefas Hera, la mujer de Zeus, la omnipotente Atenea, y Afrodita, la diosa del amor, lo daban cada una por suyo y aunque exigieron al público una decisión, nadie tan tonto para engatillar a las dos perdedoras. Pero consiguieron que lo hiciera el no muy talentoso príncipe Paris. Atenea le ofreció sabiduría infinita, Hera todo el poder que pudiera imaginar, pero Afrodita lo convenció: “será tuya la mujer más bella del mundo”. Hablaba de Helena de Troya y ya imaginamos lo que viene.
4. Luego se supo que el plan de Zeus (supongo que con Greenpeace y Greta Thunberg) era provocar una matanza por el crecimiento exagerado de la población. Para salvar a Aquiles, Tetis lo esconde en la corte del rey Lycomedes entre sus muchas hijas y lo llaman “Pirra”, “la rubia”. Tal vez eso explique una fama de gay que carece de fundamento en textos de Homero y más bien al final, tal vez por esa confianza, una de las hijas de Lycomedes termina preñada. Era bestial, violento, irascible, orgulloso, inflexible, impío. Lo arrastraban sus emociones e impulsos egoístas y heroicos y no le interesaban los demás. Su madre le da poderes de semidios y al ser cuasi invulnerable, no desarrollo instinto político ni inteligencia, (solo “principios”), y despreciaba la prudencia (por eso su milenaria fama de “entrompador” de limitado seso en contraste con Odiseo)
5. Agamenón, rey de los griegos, estafa y desprecia a Aquiles dos veces, ambas muy graves. Concentradas las más de mil naves y los cientos de miles de guerreros en el puerto de Áulide, los vientos se paralizan y no pueden zarpar a Troya. La razón es que Artemisa, furiosa porque el rey mató en la cacería uno de los ciervos sagrados, solo devolvería los vientos a cambio de la sangre de Ifigenia, hija adorada del rey, a la que este trae con su madre bajo el engaño de casarla con Aquiles, el soltero del momento, a quien también engaña. Según el principista y solemne Esquilo, cuando la niña descubre la verdad, se dirige por sus propios pasos al suplicio a nombre de Grecia. Pero hay una versión más relajada en el “colaboracionista” Eurípides: Artemisa conmovida por el amor, envía una cierva para que tome el lugar de Ifigenia en el sacrificio, el quiebre (escoja la versión que quiera, pues hay hasta una venezolana)
6.Diez días arrastrando y profanando el cadáver de Héctor (¡hay que ser..!), Aquiles logra irritar a los dioses, que lo conminan a devolverlo a su padre, Príamo, rey de Troya. En la negociación, hace una de sus genialidades. Se enamora de Polixena, hermana de aquel a quien mató y profanó, y le garantiza a Príamo que si se la entrega, abandonaría a los griegos y se pasaría al bando de Troya. Pactan casarse en un templo de Apolo, pero ella nunca llega, sino la muerte en una flecha que disparó Paris pero que llevó cuidadosamente la mano de Apolo al talón de Aquiles.