El rey Carlos III de Inglaterra llegó a Berlín este miércoles, para su primera visita al extranjero como soberano del trono británico, que fue celebrada por Alemania como el inicio de un “nuevo capítulo” entre ambos países.
“Hoy, seis años después de que el Reino Unido comenzara a abandonar la Unión Europea, abrimos un nuevo capítulo en nuestra relación”, dijo el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier en un discurso de bienvenida en el palacio berlinés de Bellevue.
“Es un enorme honor para nuestro país recibirle en su primera visita de Estado al extranjero como rey”, destacó Steinmeier, en presencia de los presidentes de las máximas instancias constitucionales del país, incluidos la cámara baja y alta del Parlamento (Bundestag y Bundesrat).
En un principio estaba previsto que la pareja real visitara primero Francia, antes de Alemania, pero ese viaje tuvo que cancelarse debido a las manifestaciones contra una impopular reforma de las pensiones que sacuden al país.
La recepción en Bellevue, sede del presidente Alemán, siguió al primer acto público de Carlos III y su esposa Camila, que tras ser recibidos con 21 salvas a su llegada al aeropuerto de Berlín se desplazaron hasta la emblemática Puerta de Brandeburgo.
En Berlín, el barrio del Bundestag (el parlamento federal) y los alrededores de la Puerta de Brandemburgo, incluida la famosa avenida Unter den Linden, se engalanaron con banderas británicas para recibir al soberano y la reina consorte.
Más de mil agentes de policía fueron desplegados para garantizar la seguridad, así como 20 perros detectores de explosivos. Varias zonas del centro de Berlín se cerraron a al tráfico.
Steinmeier, que acompañará al monarca durante todo su viaje, calificó la visita del rey de “importante gesto europeo”.
“Vínculos estrechos”
Alemania acogió a Carlos III con honores militares inéditos para un jefe de Estado al pie de la emblemática Puerta de Brandemburgo, símbolo de la división de la ciudad durante tres décadas.
Allí la pareja saludó a cientos de fanáticos y curiosos, que tuvieron la oportunidad de estrechar sus manos e intercambiar algunas palabras con ellos.
“La pareja real pidió hablar directamente con los berlineses”, dijo el director de la policía, Thomas Drechsler, a los medios alemanes.
“Esta es la primera visita del rey a Alemania. Queremos celebrarlo, sin importar cuánto tiempo tengamos que esperar”, dijo Anja Wieting, de 50 años, empleada de una zapatería que vino especialmente con su hija de 18 años de Oldenburg, en el oeste del país, para ver al monarca.
Posteriormente el rey se dirigirá al palacio presidencial, en donde será recibido con un banquete.
“Nosotros en Alemania, nosotros en Europa, queremos vínculos estrechos con el Reino Unido, incluso después del Brexit”, dijo Steinmeier.
El jueves Carlos se reunirá con el canciller Olaf Scholz, visitará un mercado con la alcaldesa de la ciudad, pronunciará un discurso ante los diputados y se reunirá con refugiados ucranianos.
El viaje a Alemania de la pareja real concluirá el viernes con un viaje a Hamburgo, la segunda ciudad del país.
“Aliados y amigos”
La última visita de la difunta Isabel II a Alemania en 2015 levantó una ola de entusiasmo en el país. Se espera que su hijo reciba también la misma acogida.
El actual monarca conoce bien el país, a donde ha ido más de 40 veces, según la embajada británica en Berlín.
Los alemanes son grandes admiradores de la realeza, y su “gran interés” no parece que vaya a disiparse tras la muerte de la popular reina, opinó Michael Hartmann, sociólogo de la Universidad técnica de Damstadt.
Cuando era aún Príncipe de Gales, Carlos se refirió a “las relaciones naturales como aliados y amigos” entre ambos países durante un discurso ante los diputados alemanes en 2020.
Recordó también las raíces alemanes de los Windsor, mencionando a Alberto de Sajonia Coburgo-Gotha, que contrajo matrimonio con la reina Victoria en 1840.
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