El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, consideró que «ahora es el momento propicio» para una salida política negociada a la crisis venezolana y dijo que las sanciones de la UE contra Venezuela son «reversibles en función de la evolución de la situación».
En un artículo que publica este miércoles en su blog «una ventana al mundo», Borrell instó a hacer lo posible para que 2023 sea «un año de esperanza» para Venezuela y consideró que el «primer paso esencial» en la hoja de ruta debe ser un acuerdo social y humanitario, seguido de una agenda política para poner al país «de regreso a un camino democrático y sostenible».
«No es una tarea sencilla. Se requerirán compromisos difíciles, amplia cooperación y buena fe» de todas las partes, subrayó Borrell, para quien el proceso requiere la «rehabilitación» de las instituciones del Estado, lo que ayudará al país a «reinsertarse en la economía internacional» y beneficiará a toda la región.
Son las principales conclusiones que saca el político español de los resultados obtenidos la semana pasada en el Foro de Paz de París, en el que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y sus homólogos de Argentina y Colombia, Alberto Fernández y Gustavo Petro, respectivamente, se reunieron con representantes del Gobierno y la oposición de Venezuela.
«Esta reunión fue oportuna y necesaria», según Borrell, que insistió en que «el momento de actuar es ahora».
Añadió que la situación internacional, marcada por la guerra de Rusia contra Ucrania y la crisis alimentaria y energética, «nos empuja a trabajar con aún mayor determinación por la paz» y, además, el pueblo venezolano y los países de la región, que «con tanta generosidad han recibido a millones de refugiados venezolanos», han esperado «demasiado» tiempo una solución.
Por tanto, el también vicepresidente de la Comisión Europea animó a las partes negociadoras venezolanas a retomar su diálogo en México «lo antes posible».
«Solo los venezolanos pueden abordar los problemas críticos que han sumido al país en su larga crisis política y humanitaria», señaló Borrell, y añadió que ese es el enfoque que de forma «coherente» ha defendido siempre la UE.
«Hemos enfatizado constantemente que un diálogo político liderado por Venezuela es la única salida a la crisis y hemos mantenido abiertos todos los canales de comunicación», recalcó.
El alto representante aseguró que la UE está lista para hacer su parte si hay desarrollos «positivos» y un progreso «creíble», al tiempo que ofreció «explorar formas de cooperación para apoyar al pueblo venezolano en temas regionales y globales, incluida la seguridad energética».
«Las medidas restrictivas de la UE en vigor son reversibles en función de la evolución de la situación», indicó Borrell sobre las sanciones económicas impuestas en 2017 y renovadas recientemente, que incluyen el embargo de armas y equipos que puedan utilizarse para la represión en el país caribeño.
Todo eso es posible, según Borrell, pero «es importante recibir señales claras de todas las partes de que vamos en la dirección correcta», concluyó.
De una población total de 30 millones de personas, 7,1 millones de venezolanos han salido de su país desde 2015, con más de 6 millones alojados en países de la región de América Latina y el Caribe, según datos citados por el exministro español en su artículo.
Entre 2016 y 2022, la UE ha asignado más de 315 millones de euros en respuesta a la crisis de Venezuela y, más recientemente, anunció 30 millones de euros adicionales para ayudar al país, que se encuentra sumido en su peor crisis económica, política y social. EFE
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