El ajo es uno de esos productos que nunca puede faltar en la despensa de cualquier cocina española. A pesar de ser un ingrediente básico y sencillo es una importante fuente de minerales como el yodo, fósforo, potasio y vitaminas como la vitamina B6, además posee alicina, manganeso, selenio y antioxidantes.
Las propiedades saludables del ajo como alimento y medicamento ya eran conocidas por egipcios, hebreos, griegos y romanos. Consumir ajo regularmente ayuda a la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que favorece la circulación de la sangre y disminuye la presión cardiaca. Además, el ajo estimula las mucosas del estómago, lo que favorece la producción de secreciones gastrointestinales y ayuda a lograr un mejor funcionamiento del aparato digestivo. Agregar ajo a las comidas resulta beneficioso para combatir infecciones, hongos y virus. Debido a que posee propiedades antivirales, antibacterianas y antifúngicas.
Otra de las importantes propiedades del ajo es su poder como antibiótico. Estudios realizados en la Universidad estatal de Washington han demostrado que el ajo contiene sulfuro de dialilo, una molécula eficaz para combatir la bacteria Campylobacter.
Diferentes investigaciones también han contrastado que el ajo contiene componentes que ayudan a cuidar los huesos como el calcio y el selenio. Lo cual resulta beneficioso en caso de tener una enfermedad ósea.
Cuánto ajo comer al día
Para el consumo de ajo también se deben tener en cuenta diversos factores como la edad, el peso y la estatura. Se considera que el consumo normal de ajo en adultos es de un diente por día y en el caso de los niños medio diente por día.
Según explica la nutricionista Cristina García, en Nutricare, el ajo resulta seguro para la salud cuando se consume de forma adecuada. Por eso es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones antes de su consumo:
No es recomendable el consumo de ajo en personas que sufren hemorragias. Debido a que su efecto vasodilatador podría ser arriesgado en este tipo de pacientes.
El consumo excesivo de ajo puede ocasionar náuseas, ardores en el esófago y en el estómago.
Los pacientes que se encuentren tomando anticoagulantes, deben evitar el consumo de este bulbo, pues podría causar reacciones adversas en el organismo.
Se debe evitar que este tenga contacto con los ojos y con la piel, debido a que puede causar irritación.
Con información de El Nacional
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