Para muchas personas, la música es un elemento indispensable en su día a día; es lo que les ayuda a relajarse, a divertirse o a dejar volar su imaginación. Pero estas ventajas comienzan desde la infancia, cuando las canciones y melodías ayudan a estimular el desarrollo cognitivo, emocional y físico. Si quieres descubrir todos los beneficios de la música en los niños, te los mostramos a continuación.
Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Cantar, bailar o tocar instrumentos son algunos de los pasatiempos preferidos de los niños. Ya sea en casa, en un viaje en coche o en una salida al supermercado, es común ver a los infantes danzando, tarareando o repitiendo a voz en grito las letras de sus canciones preferidas.
Pero además de un entretenimiento, estas actividades constituyen un gran impulso a su crecimiento, ya que les ayudan a desarrollar múltiples habilidades básicas. ¡Mira por qué!
Principales beneficios de la música en los niños
Durante la infancia se llevan a cabo importantes tareas: aprender a comunicarse y a mover el cuerpo, desarrollar capacidades cognitivas y familiarizarse con las emociones. La música es una excelente aliada en todos estos procesos.
1. Desarrollo cognitivo
Se ha encontrado que la música es uno de los estímulos que más actividad neuronal generan, por lo que puede contribuir al desarrollo cognitivo del cerebro infantil. Los niños que se exponen a la música de forma temprana y constante, que reciben educación musical o practican algún instrumento, muestran una cierta ventaja respecto al resto.
Y es que la música mejora la capacidad de atención y concentración de los menores y estimula su memoria. Identificar los sonidos y las letras, recordarlos y repetirlos tiene un positivo efecto en las capacidades infantiles. Además, puede incrementar su competencia matemática y su razonamiento lógico.
2. Lenguaje y habla
Indudablemente, la música influye de forma positiva en la adquisición del habla y en la capacidad comunicativa de los niños. Escuchar y repetir sus canciones favoritas y descubrir otras nuevas les ayuda a ampliar vocabulario, aumentar su comprensión y mejorar su pronunciación. La entonación rítmica y melódica deja a los niños repetir frases largas y complejas que de otro modo no emitirían.
3. Movimiento y ritmo
Los beneficios de la música en los niños no se limitan al plano mental, sino que incluyen el cuerpo y la capacidad de utilizarlo para desenvolverse en el entorno. La danza ayuda a los infantes a mejorar el equilibrio y el ritmo, a adquirir mayor coordinación, fuerza muscular y sentido espacial. Bailando aprenden a tomar control de su cuerpo.
4. Regulación emocional
Para los niños no siempre es sencillo identificar las emociones, exteriorizarlas y aprender a regular sus estados de ánimo. La música puede ayudarles en este cometido.
Cantar, bailar, tocar un instrumento o simplemente escuchar música permite a los niños conectar con diferentes emociones, expresar lo que sienten y gestionar su estado anímico. Mediante la música pueden activarse o relajarse, inducir emociones placenteras y recurrir a la expresión corporal para aliviar estados negativos.
Otros beneficios de la música en los niños
Además de las anteriores, existen otras formas en las que la música resulta beneficiosa para los niños:
5. Les ayuda a mejorar sus habilidades sociales y a relacionarse con otras personas al compartir cantos o coreografías. Al ir adquiriendo competencia en estas destrezas, aumenta la autoestima y la autoconfianza y se reduce el sentimiento de vergüenza.
6. La música potencia la creatividad y la imaginación infantil. Facilita el desempeño no solo en este arte, sino también en otros.
7. Puede ayudar a mejorar la salud física y emocional. Es que se ha encontrado que la música modera la frecuencia cardiaca y respiratoria y la presión arterial, por lo que contribuye a aliviar el dolor, a reducir la ansiedad y a sobrellevar el estrés emocional.
¿Cómo pueden los niños obtener los beneficios de la música?
Los niños pueden obtener los beneficios de la música ya desde el útero materno. Es por esto que cada vez existe más investigación y más propuestas de musicoterapia para embarazadas.
No obstante, tras su llegada al mundo, los progenitores pueden emplear el recurso musical para estimular al niño de diferentes maneras:
- Cantarle al bebé canciones de cuna o temas musicales lentos y relajantes durante sus primeros meses de vida. Optar por canciones con gestos hacia los 6 meses e ir ampliando el repertorio y la complejidad de las mismas a medida que el niño crece. Invitarle a cantar o tararear melodías conocidas es también muy beneficioso.
- Emplear juguetes musicales o instrumentos sencillos para que el niño se familiarice con los sonidos a medida que mejora su motricidad. También pueden fabricarse estos instrumentos con materiales caseros o reciclados.
- Invitar al niño a realizar percusión corporal, siguiendo un ritmo libre o determinado por una canción.
- Animar al infante a moverse al ritmo de la música o enseñarle a repetir pequeñas y sencillas coreografías.
- Utilizar las nuevas tecnologías para permitir a los niños escuchar música de diferentes estilos, teniendo en cuenta que la música clásica de estructura simple y las canciones cortas con onomatopeyas son las más adecuadas.
El amor por la música nos acompaña toda la vida
Si permites y fomentas que tu hijo esté expuesto a la música y la practique desde temprana edad, no solo lo estarás ayudando a beneficiarse de estos efectos en su desarrollo, sino que le estarás entregando una herramienta para toda la vida. La música será un refugio, un medio de introspección y de expresión emocional.
También es un maravilloso entretenimiento. Por todo lo anterior, no dudes en dejar que la música forme parte de la vida de tus hijos desde sus primeros instantes.
