La razón de ser de un cuerpo de funcionarios al servicio de la república, los estados y los municipios es la de contar con un conjunto de personas preparadas, estudiosas y con estabilidad al frente de sus destinos. Ello conduciría a la dinámica de una administración pública en tales niveles cada vez más integrada y eficiente.
El estímulo a recibir mediante la estabilidad, los ascensos, las mejoras salariales, conduce a un cuerpo dispuesto a cumplir con los cometidos de una administración en los distintos niveles de actuación mediante ese engranaje cada vez más eficiente.
Es lo que se conoce como la Carrera Administrativa del Estado en cualquier país de que se trate. Ella no se construye con remociones en masa, con ambientes de presión partidista, amenazas frecuentes y una atmósfera de vigilancia.
Los estímulos a ese personal cada vez más integrado son un activo fundamental en las diversas y complejas funciones públicas, lo cual debe ser valorado en su integridad en cada área, sector o nivel de servicio. Sin embargo, con frecuencia, no se observa ese trato estimulante en los niveles enunciados, sino que por el contrario se marcha con una jefatura partidista sectaria que aplica sin escrúpulo el sectarismo que va en contrario a la creatividad del espacio público.
Los estados más adelantados del planeta tienen entre sus fines fundamentales la conservación y el acrecentamiento de un funcionariado integrado, dinámico y con espíritu de permanencia y desarrollo
En Venezuela la carrera administrativa radica -no en toda ella- en una práctica con tendencia clientelar, partidista, de reduccionismo político que aísla al componente humano y lo hace rutinario, sin el importante factor de la creatividad y la renovación. Que no se mueva una hoja sin el mandato del superior, con criterio de caporal como en los viejos tiempos. Los sindicatos de obreros y empleados públicos deberían revisar sus objetivos de modo de propugnar la carrera administrativa integral, de constante creatividad y de acentuado carácter de innovación. Es el activo más importante de la nación, el cual se renueva por sí mismo.
