El gobierno australiano anunció el miércoles haber bloqueado un proyecto de explotación de una mina de carbón porque pondría en peligro la Gran Barrera de Coral, una decisión calificada de histórica por los grupos ecologistas.
El proyecto del multimillonario minero Clive Palmer quería explotar una mina de carbón a cielo abierto a 10 kilómetros del arrecife, amenazando una maravilla marina y patrimonio mundial de la Unesco que, en los últimos años, sufrió una importante decoloración del coral debido al calor.
«Decidí que las repercusiones medioambientales adversas son demasiado grandes», declaró la ministra del Medioambiente, Tanya Plibersek, en un comunicado grabado en video. «El riesgo de contaminación y daños irreversibles al arrecife es muy real», afirmó, citando también los riesgos para las zonas de cría de peces y las frágiles praderas marinas que alimentan a los dugongos, un mamífero marino.
Tras una consulta general, el gobierno federal recibió, en 10 días hábiles, 9.000 respuestas del público en contra de la mina prevista en Queensland, detalló.
«Es una gran decisión de Tanya Plibersek y la primera vez que un ministro federal del Medioambiente rechaza una mina de carbón en virtud de la legislación medioambiental australiana», declaró Jaclyn McCosker, activista de la fundación australiana para la conservación en materia de clima y energía.
«La mina habría extraído hasta 18 millones de toneladas de carbón al año para quemar aquí y en el extranjero, alimentando inundaciones, sequías y las olas de calor marinas que blanquean los arrecifes de coral», subrayó.
La Australian Marine Conservation Society la calificó de «decisión histórica».
«Es la primera vez que el gobierno australiano rechaza una mina de carbón tras una evaluación federal y debería ser el primer paso para rechazar nuevos proyectos de combustibles fósiles», declaró Cherry Muddle, responsable de la campaña de la Gran Barrera de Coral en el seno de la sociedad.
Se solicitó la reacción de la empresa promotora del proyecto.
El gobierno laborista de centroizquierda del primer ministro Anthony Albanese llegó al poder el año pasado con la promesa de cambiar la postura favorable a los combustibles fósiles del anterior gobierno conservador, que llevaba una década en el poder.
Australia, uno de los mayores exportadores de carbón del mundo, se comprometió en reducir un 43% las emisiones de carbono para 2030 con respecto a los niveles de 2005, con el objetivo de alcanzar emisiones netas a 0% en 2050.
Pero el gobierno rechaza las peticiones de los grupos ecologistas de que se prohíban todos los nuevos proyectos mineros, alegando que cada uno debe ser juzgado de manera individual.
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