¿Qué hacer en medio de la crisis y las “sanciones” para, en el sector público, reparar o sustituir equipos? Antes, cuando se echaba a perder algo en una instalación industrial o de transporte estatal la solución era fácil: se botaba y se compraba uno nuevo. Además, de ser necesario, se contrataba asesoría técnica extranjera. Hoy, esas salidas no siempre están disponibles: escasean los recursos y la posibilidad de trabajar con ciertas empresas de otros países se ha cerrado por las citadas “sanciones”. En estos últimos tiempos hemos oído con cierta frecuencia a altos funcionarios del Estado alabando la creatividad de sus trabajadores y trabajadoras, que han logrado resolver problemas gracias a la reparación y recuperación de maquinarias e instalaciones dañadas. El gobierno aprecia que hay en Venezuela profesionales, técnicos y obreros capaces de generar soluciones endógenas. Así ha sido en refinerías, sistemas de transporte como “metros” y “metro-cables”, acueductos, etcétera.
Por supuesto, entendemos que este esfuerzo tiene sus límites: llega un punto cuando se necesita adquirir equipos nuevos o servicios en casas especializadas. Pero los conocimientos y destrezas del personal venezolano han ofrecido soluciones. En el discurso oficial pareciera que todo es cuestión de ingeniosidad y compromiso: ciertamente ellos son importantes, mas no bastan.
Ese personal que logra fabricar una pieza, sustituir un insumo o realizar adaptaciones en un proceso de producción, tiene un saber y un saber hacer que ha adquirido no solo en la práctica, sino también gracias a una educación sistemática. No se equilibra la falta de preparación con ganas. Esto nos hace pensar en nuestras escuelas técnicas y nuestras facultades tecnológicas y científicas en las universidades. Sabemos que ellas se encuentran en malas condiciones: deterioro de locales e instalaciones, retiro de docentes, abandono de parte del estudiantado… ¿Quiénes y con qué preparación irán reemplazando a los trabajadores del presente?
¿Quiénes liderarán la investigación y desarrollo tecnológicos? Ya llevamos más de cinco años de grave deterioro educativo. ¿Hasta cuándo? Una razón de peso más para llegar rápido a acuerdos sensatos en México, rescatar nuestros activos en el exterior y permitir la recuperación económica y social.
(@AuroraLacueva)