¿Lo del cambio climático tiene que ver con nosotros? Algunos piensan que no mucho, dado que nuestra población no es grande y nuestro consumo de energía y materiales no es alto, de hecho es muy bajo hoy, con la crisis. Pero sí estamos involucrados, no solo porque junto al resto de la humanidad sufriremos la falta de iniciativas globales adecuadas respecto al clima, sino también porque tenemos una obligación seria con el cuido de nuestro propio territorio: bosques, ríos, suelos, mar, fauna… Así como con el futuro de nuestras comunidades, en las cuales el nivel de vida debe mejorar sin dañar el ambiente. No podemos dejar estas obligaciones exclusivamente en manos de la dirigencia política, ni de los dueños de empresas. Necesitamos participar.
Hemos sido grandes productores de petróleo a lo largo del siglo XX. Hoy sabemos que hay que reducir drásticamente en todo el mundo la combustión de derivados petroleros; sin embargo, necesitamos todavía la ayuda del petróleo: es nuestro mejor aliado para poder exportar y así reanimar la economía en los próximos años. Lo importante es que su explotación aquí y su uso donde sea resulte más cuidadosa con el ambiente: hace falta atraer inversiones que cumplan estrictamente con las normas que evitan derrames, fugas y otros daños ambientales hoy presentes. Por ejemplo, se están quemando grandes cantidades del gas que sale al extraer petróleo, porque no se cuenta con el dinero para invertir en instalaciones que lo aprovechen. Es una contaminación grave y una pérdida considerable de ingresos.
Sustituir el rentismo petrolero por el rentismo minero no es solución. Al sur del Orinoco hay diamantes, oro, coltán y otros minerales valiosos, pero los bosques de esas regiones son recursos todavía más valiosos. Ellos son enormes reservorios de las más variadas formas de vida vegetal y animal, grandes estabilizadores del clima y reguladores de las aguas. Y constituyen el hogar de pueblos indígenas milenarios. Resultan ecosistemas frágiles, fáciles de destruir. Hablar de “minería ecológica” es una falsedad: la minería es una de las actividades humanas más destructivas. No hay minería ecológica, todo lo más puede haber minería controlada. Tampoco es una salida talar selva para criar ganado de exportación. Hay que construir otras opciones.
(@AuroraLacueva)