Estamos en un momento escolar especial, que requiere atención y medidas especiales. Se están retomando las actividades presenciales luego de casi dos años suspendidas por causa de la pandemia, con todas las consecuencias negativas que ello trajo. La educación totalmente a distancia ha significado un problema en el mundo entero, y a nosotros nos ha afectado más que a otros, pues nuestra crisis económica y social ha hecho más difícil atender correctamente a distancia a muchos niños, niñas y adolescentes. Necesitamos que lo que queda del año escolar 2021-22 y el próximo año 2022-23 sean tiempos muy cuidados, muy enfocados en ayudar intensamente al estudiantado y así reimpulsar su formación de manera efectiva. No deben ser años lánguidos, de pérdida de tiempo y acción poco eficaz, de locales inadecuados y carencia de docentes. ¿Cómo lograr esa escuela donde se aprenda bastante y se superen, al menos en parte, las secuelas de la cuarentena? No es nada fácil, y seguramente las soluciones óptimas no van a ser posibles. Pero sí se pueden dar pasos de avance.
¿Qué planes tiene al respecto el Ministerio de Educación? No lo sabemos. No se han dado a conocer. Se supone que somos las jefas y los jefes del presidente Maduro y la ministra Santaella. Así lo dice nuestra Constitución: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo (…). Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.” (Art. 5, CRBV). Pero, sin información oportuna y sin debate, parecemos más bien siervos o, en todo caso, simples receptores de las mercedes que a bien tengan.
Si mejora la situación económica, cosa posible en el país si se progresa en acuerdos con diferentes factores internos y externos, se harían más viables las iniciativas para un mejor trabajo en las escuelas. Diría que entre las principales acciones a tomar en esta etapa estarían: rehabilitar masivamente planteles deteriorados; reemplazar docentes ausentes con jubilados, estudiantes de la carrera docente y otros profesionales habilitados; priorizar el aumento salarial significativo del personal docente; fortalecer la atención a su salud; dar clases los sábados para reimpulsar la preparación de los estudiantes que más lo necesiten; de igual modo, dar clases en agosto, combinándolas con recreación. Seguiremos.
@AuroraLacueva