Poner a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a reparar planteles resulta necesario en una coyuntura como la nuestra de hoy, pero no es deseable ni representa una solución estable para el problema de la infraestructura escolar. La Fanb tiene sus propias tareas que atender, importantes y exigentes. Recordemos el caso de Pdvsa: conocedores de nuestra industria petrolera, han señalado que una de las causas de sus graves problemas como empresa es que se la llenó de obligaciones ajenas a la explotación de hidrocarburos como tal. Así, construcción de viviendas, agricultura, educación de adultos… Esta tendencia ha tendido sensatamente a revertirse en los últimos años. Repetirla ahora para la Fuerza Armada no luce para nada conveniente.
Requerimos que la Fuerza Armada sea capaz de vigilar nuestras fronteras, patrullar nuestro mar, cuidar los extensos territorios del sur del país. Nos urge que, con rectitud y eficiencia, limpie nuestros espacios de garimpeiros, narcotraficantes y grupos irregulares armados. No podemos permitir que nadie actúe impunemente afectando a comunidades indígenas ancestrales y poblaciones criollas, y dañando además ríos, bosques y sabanas que constituyen ambientes privilegiados y de gran valor ecológico. Hace poco murió asesinado en Amazonas el líder indígena y ambientalista Virgilio Trujillo. Se presume que a manos de quienes quieren rapiñar en ese estado.
Con el mejoramiento de la economía, se impone diseñar e implementar mejores respuestas al problema del mantenimiento de la infraestructura escolar. Aun en épocas de bonanza, a menudo no se ha logrado conservar adecuadamente los planteles: robos, vandalismos, desidia. Con frecuencia, las edificaciones se han dejado caer hasta un estado deplorable. Luego, ha hecho falta “rescatarlas”. (¿Cuántas veces se ha rescatado en los últimos veinte años el liceo Fermín Toro de Caracas?). Parece evidente que hay que buscar nuevos caminos. En el caso de las escuelas nacionales, seguramente habría que descentralizar. Depender de una oficina en la capital para reparar un muro no es la mejor solución. Podría trabajarse por niveles: escuela, distrito, estado y central. Asignando recursos a cada uno de ellos para que resuelvan según la complejidad de los problemas, y gracias a la participación de la comunidad educativa y local.
@AuroraLacueva