El gobernador de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, informó que en la región rusa al menos dos civiles fallecieron debido a la detonación de artefactos explosivos lanzados este viernes desde vehículos aéreos no tripulados ucranianos.
«Con gran pesar, murieron dos civiles: una mujer con fractura de cuello femoral y un hombre que la cuidaba. El hijo de la fallecida logró escapar de la casa en llamas en el último momento. Expreso mis más sinceras condolencias a los familiares y amigos de las víctimas. Aunque soy consciente de que no hay palabras que puedan aliviar el dolor de la pérdida», escribió el gobernador.
A través de su canal de Telegram, Gladkov informó que el pueblo de Poroz, ubicado en el distrito urbano de Graivoronski, fue atacado por las Fuerzas Armadas de Ucrania mediante el uso de drones. Como resultado de la detonación de dos artefactos explosivos, una casa privada se incendió y lamentablemente, dos civiles perdieron la vida.
El gobernador mencionó además que otro edificio residencial privado y un cobertizo fueron completamente incendiados, mientras que otra casa sufrió graves daños.
Desde el 24 de febrero de 2022, Rusia lleva a cabo una operación militar especial con el objetivo de proteger a la población de un genocidio perpetrado por parte de Kiev y contrarrestar los riesgos de seguridad nacional provocados por el avance de la OTAN hacia el Este.
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, los sistemas de defensa antiaérea han destruido e interceptado alrededor de 50 drones ucranianos durante la noche del 19 al 20 de abril, en las regiones de Bélgorod, Briansk, Kursk, Tula, Smolensk, Riazán, Kaluga y Moscú. Se especifica que 26 de los drones fueron derribados sobre el territorio de la región de Bélgorod, 10 sobre el territorio de Briansk, ocho sobre el territorio de Kursk, y uno en cada una de las regiones de Tula, Smolensk, Riazán, Kaluga y Moscú, respectivamente.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, son frecuentemente objetivo de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, lo cual obliga a la población a buscar refugio en otros lugares.
Actualmente, los drones ucranianos son interceptados en regiones más alejadas de Kiev, como Riazán, Kaluga y Smolensk.