El arroz blanco es un ingrediente utilizado muy frecuentemente para acompañar o resolver muchísimas comidas. Sin embargo, al elegirlo, no siempre son tenidos en cuenta sus efectos en el organismo. En especial, como indica un estudio de la Universidad de Harvard, en la sangre.
Como punto de partida es importante destacar que se trata de un producto refinado, ya que en su proceso de industrialización se le retira la cáscara. Esto hace que pierda fibras, minerales y vitaminas y que solo conserve el almidón.
Además, el arroz blanco es una fuente de carbohidratos, fundamental para brindar energía.
Cada 100 gramos de este alimento hay un total de 28,2 gramos de carbohidratos.
Los carbohidratos y la sangre
Sobre sus efectos en la salud, un reciente artículo de la Universidad de Harvard indica que la cantidad total de carbohidratos en una comida o en un refrigerio determina principalmente las variaciones en el nivel de azúcar en la sangre.
En cuanto al arroz blanco, la misma fuente precisa que “una porción de arroz blanco tiene casi el mismo efecto que comer azúcar de mesa pura. Generan un pico alto y rápido de azúcar en la sangre”.
Con información de Clarín
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