Las declaraciones de Patricia Bullrich, ministra de Seguridad del gobierno del ultraderechista presidente argentino Javier Milei, en las que asegura que el movimiento Hezboláh tiene presencia en Chile y Bolivia, generó una escalada en la crisis diplomática con esas naciones, que este miércoles anunciaron el llamado a consulta a los embajadores de ese país.

Mediante un comunicado, la cancillería boliviana desmintió las aseveraciones de la funcionaria. Es falso que protejan en sus fronteras “a personas que siembran el terror, la inseguridad y la zozobra. Estas acusaciones carecen de evidencia o documentación y se realizan sin fundamento alguno”.

Manifiesta su preocupación por “una campaña que busca generar confrontaciones entre Estados, gobiernos y pueblos latinoamericanos, provocando innecesarias fricciones entre países hermanos, que el Gobierno y el Estado Plurinacional de Bolivia condena”.

“En las próximas horas convocaremos a la representación diplomática de la República Argentina para que brinde explicaciones sobre las desafortunadas y equivocadas declaraciones de la ministra Bullrich”, recalca el comunicado.

Lo dicho por la ministra del gobierno de Milei también fue refutado por la ministra del Interior y Seguridad de Chile, Carolina Tohá, quien consideró sus afirmaciones como “irresponsables” y en rueda de prensa aseguró que su país “no tiene amenazas de ataque de Hezbolá”.

El embajador argentino en esa nación, Jorge Faurie, acudió este miércoles a la convocatoria de la cancillería chilena, donde le entregaron una nota de protesta.