Si sientes que durante los episodios de estrés, miedo, ansiedad y otras emociones te causan un hambre descontrolada, debes saber que estamos en presencia de lo que llaman los especialistas como “hambre emocional”.

Por: El Espectador de Caracas con información de 2001

Comer emocionalmente es una manera que el ser humano ha asumido como una medida para hacerle frente a determinadas situaciones.

No obstante, se debe acotar que esta es una acción negativa que perjudica el organismo, pues en la mayoría de los casos, la ingesta es de dulces o comida chatarra, que ayudan a afrontar ciertos sentimientos, pero que a la larga terminan arrojando consecuencias en la salud.

Base biológica

Ingerir alimentos ricos en azúcares y grasas activan el circuito cerebral de recompensa y por ende, aumenta el bienestar. Basado en ello, los especialistas  señalan que las personas que presentan alguna situación emocional fuera de lo normal, se refugian en este tipo de alimentos porque les da placer y calma sus estados de ánimo.

¿Qué lo causa?

Por lo general el hambre emocional la desencadena la ansiedad, la soledad, el cansancio, y el estrés; sin embargo, también puede ocurrir con emociones positivas como la diversión, el enamoramiento y la alegría.

Culpa

Las personas que pasan por episodios de hambre emocional, suelen sentir culpa porque reconocen que han perdido el control de la situación y saben que cada vez que se le presente algún episodio de tipo emocional, pueden volver a caer y recurrir a alimentos pocos saludables, solo por placer.

¿Cómo saber si la padeces?

El hambre emocional es repentina; necesita ingerir bocados con urgencia; se desean sabores o comidas específicas; se come aunque sienta saciedad;  y genera culpa, tristeza o vergüenza.

Consejos

Para evitar el hambre emocional debes comenzar por identificar los detonantes, tomarte algunos minutos antes de sucumbir a la comida, tratar de no poseer cerca estos alimentos con los que sueles perder el control, y lo más importante, pedir ayuda y recurrir a un profesional que te ayude con la situación y así además, evitar llegar a un trastorno alimenticio.