Los apagones llegarán a afectar este sábado al 16 % de Cuba de forma simultánea en el horario de mayor demanda debido principalmente a problemas técnicos en las centrales, informó en su parte diario la estatal Unión Eléctrica (UNE).
Desde principios de mayo se ha agravado la crisis energética que sufre el país caribeño, con prolongados cortes eléctricos diarios por todo el país, en ocasiones de hasta 20 horas en algunos puntos. La situación fue similar entre finales de enero y mediados de marzo.
La UNE, empresa dependiente del Ministerio de Energía y Minas, prevé para el horario «pico» de esta jornada -en la tarde-noche- una capacidad máxima de generación eléctrica de 2.660 megavatios (MW) y una demanda máxima de 3.100 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 440 MW y la afectación -los circuitos que realmente se desconectarán para evitar apagones desordenados- alcanzará los 510 MW.
La central termoeléctrica Antonio Guiteras (oeste de la isla) funciona con normalidad tras el incendio registrado ayer en uno de los dos tanques de 10.000 metros cúbicos de crudo que la alimentan.
El sistema eléctrico nacional de Cuba se encuentra en una situación muy precaria por las averías en las siete centrales termoeléctricas del país, que acumulan más de cuatro décadas de uso, y un déficit crónico de inversiones y mantenimientos.
La crisis energética cubana es estructural y, según los expertos, sólo tiene soluciones a muy largo plazo que requerirían de una fuerte inversión que actualmente el Estado cubano no puede afrontar en solitario.
En este jornada hay cuatro de 15 unidades de producción averiadas, dos en mantenimiento y tres en «proceso de arranque» tras reparaciones. Además, falta diésel y fueloil para 33 motores de generación distribuidos por todo el país y petroleo nacional para una central termoeléctrica.
El Gobierno cubano ha rentado a una empresa turca varias centrales eléctricas flotantes (de las que actualmente solo quedan cinco) para paliar la falta de capacidad de generación, una solución rápida pero temporal, contaminante y costosa.
Los apagones traban el rendimiento económico del país, que se encuentra sumido desde hace cuatro años en una grave crisis con escasez de básicos (alimentos, combustible, medicinas) y una inflación galopante.
Han sido además el detonante de las principales protestas antigubernamentales de los últimos años, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas- y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.
Con información de EFE
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