Antonio Ledezma
Viendo las nuevas emisiones de billetes que formarán parte del elenco del cono monetario de Venezuela, sentimos un profundo dolor y al mismo tiempo una inmensa vergüenza. Todas esas piruetas que escenifica Nicolás Maduro, nos hacen recordar las andanzas de Robert Mugabe, el dictador que condujo a Zimbabue a una hiperinflación que alcanzó niveles que escapaban de cualquiera de los cálculos más pesimistas, que se pudieran hacer, para plasmar escenarios futuristas. Ese es el despeñadero por el que empuja a nuestro país el régimen siniestro que usurpa los poderes públicos en Venezuela. Como en Zimbabue, ya estamos atrapados en una espiral hiperinflacionaria como la que se instaló allí desde los años 2000.
Como en Zimbabue, Chávez impuso una Ley de Tierras en el año 2001, expropió y confiscó fincas, hatos e industrias de carácter agropecuarias, tal como se hizo en Zimbabue, una vez que se desató una política de invasiones y arrebatos de tierras y a la vez se declaraban renuentes a pagar las deudas contraídas con el Fondo Monetario Internacional. Como en Zimbabue, la tasa inflacionaria que aterroriza a los venezolanos vuela alto, muy alto, y más pánico da cuando miramos hacia atrás para ver que en Zimbabue, en 2008, ya se había traspasado la línea de 89.700% de inflación, lo que ocasionaba que los precios se duplicaban cada 24,7 horas. Como en Zimbabue Maduro inventa sus propias monedas, sus billetes, les cambia los colores, las siluetas, los rostros y los números.
En Zimbabue abandonaron la impresión del dólar zimbabuense, para asumir como signos el rand surafricano y el dólar estadounidense, esos eran los patrones de cambio. Pero más tarde, como lo hace Maduro ahora en Venezuela, en Zimbabue comenzaron a imprimir dinero inorgánico para reunir 60 billones de dólares zimbabuenses, dinero que utilizarían para pagar la nómina de militares y policías cuyos salarios fueron aumentados vía decretos. ¡Como lo hace Maduro en Venezuela! Esos fondos no estaban en el presupuesto fiscal en curso y no se sabía de dónde provenía ese dinero adicional. ¿Algún parecido con la situación actual de Venezuela?
Esta semana Maduro dio a conocer su nueva “partida de monopolio”, sacando tres billetes que sumados no alcanzan el valor de un dólar estadounidense. Tres billetes cuya impresión representan un costo mayor que el poder adquisitivo de esos papeles devaluados. Maduro, como en Zimbabue, apela a “la imprenta de los milagros diabólicos”, tal como lo hicieron en Zimbabue en abril de 2008, cuando el Banco de Reserva emitió billetes de 50.000.000 de dólares zimbabuenses que en el mercado común no valían más de 1,20 dólares gringos.
Por cosas como estas, que estremecen las fibras del alma de millones de familias que no encuentran forma de luchar con semejante espanto monetario, es que no se puede dudar que esto tiene que caer. Solo falta un acoplamiento de las fuerzas que se muestran decididas a participar en la tarea para dar por terminada esta era tan malévola que nos ha tocado padecer.