Andrés Velásquez: Estado fallido

Por Andrés Velásquez

Hace ya un buen tiempo decidí no hacer llamados, solicitudes, y mucho menos apelaciones para el respeto de nuestra constitución a las hoy mal llamadas instituciones (que no son tales porque están usurpadas desde hace 22 años por la dictadura), razón por la que siempre ratifico que en Venezuela no existen instituciones democráticas en pie, porque el proyecto político totalitario de perpetuidad en el poder, impuesto en nuestro país por Chávez y Maduro, requirió y llevó a la práctica entre otras cosas: aplastar, destruir, arrasar con cualquier tipo de institucionalidad para poder imponer a la fuerza esta estafa perversa denominada por ellos socialismo del siglo XXI y con esto llevar a Venezuela a ser, en la práctica lo que es hoy: un estado fallido.

Tener esto muy claro es lo que me ha llevado a asumir que hacer llamados o dirigirse a lo que antes eran instituciones respetadas y reconocidas por los ciudadanos, es algo inútil y por tanto no valía, ni vale la pena siquiera mencionarlas, mucho menos apelar inútilmente a ellas.

Ese es el caso de la FANB, una institución que desde el día 1, ha sido desdibujada, destruida, ideologizada, alejándola de sus responsabilidades primarias, corrompiéndola hasta los tuétanos y desprofesionalizandola hasta convertirla en una especie de organización política, o brazo armado del PSUV, quedando reducida a dar apoyo y soporte a la perversa tiranía que hoy usurpa el poder en Venezuela.

Pero hoy haré una excepción y abordaré un tema relacionado con la FANB, debido a la grave situación de confrontaciones bélicas que se desarrollan en el estado Apure, entre grupos de bandoleros que mantienen presencia y se han apoderado impunemente de amplios sectores de nuestro territorio.

La ONG FUNDAREDES dirigida por Javier Tarazona, ha venido informando de manera documentada el horror que han estado viviendo los pobladores de La Victoria (Apure), nuestros soldados y familias enteras en esa confrontación, cuyas últimas informaciones dan cuenta incluso de “prisioneros de guerra” en manos de estos grupos criminales que actúan allí a sus anchas, sin que nada pase y ante el silencio cómplice del régimen.

Abordaré este tema exclusivamente desde el punto de vista humano, no voy a enfocarme ni en su preparación, ni apresto operacional, ni en su rol institucional para garantizar la seguridad y protección de nuestro territorio, defendiendo nuestra soberanía (porque eso no existe) solo trataré este tema desde el drama humano que viven ellos y sus familiares (civiles y militares).

Haber visto, escuchado, (en los testimonios recogidos por FUNDAREDES) a familiares de estos jóvenes, unos muertos o desaparecidos, otros heridos y otros prisioneros de estos grupos de delincuentes, es humanamente desgarrador, pienso en la angustia de padres y madres que no saben de sus hijos, porque sencillamente hay un deliberado silencio por parte de la superioridad que debería al menos informar sobre lo que está ocurriendo y no puedo evitar revivir toda la angustia que durante 22 años hemos vivido los venezolanos por cuenta de esta dictadura, que no respeta ni le importa la vida de los venezolanos, queda claro además con este capítulo de horror que no le importan civiles ni militares, y echan mano de lo que les sea útil para atornillarse en el poder que usurpan, incluso a costa de la vida de todos.

El horror que se vive en Apure hay que condenarlo, miles de familias desplazadas, que huyeron a Colombia solo con lo puesto para salvar sus vidas, la violencia de grupos guerrilleros por el control de nuestro territorio para sus actividades ilícitas en convivencia con el régimen, la anarquía sembrada por estos grupos amparados por la dictadura, simplemente porque son socios en esa ruta de delitos que les proporciona el financiamiento para seguir violentándonos y sometiéndonos a los venezolanos y nuestros derechos, arrebatados todos hoy por la dictadura.

Saldo hasta hoy: más de 5 mil familias desplazadas a Colombia, 16 militares muertos, 8 prisioneros de guerra, 3 desaparecidos, familias enteras marcadas y atravesadas por el dolor y las pérdidas, no solo material sino humana, porque los muertos, desaparecidos, desplazados, prisioneros, son hijos, padres, hermanos, nietos de venezolanos que hoy viven el horror en Apure.

FUNDAREDES también entrega otra cifra que hiela la sangre: “En 21 estados del país ya operan estas guerrillas” con las consecuencias que ya todos conocemos.

Caraota Digital

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