Alí Rojas Olaya
El 24 de junio de 1821 se dan cita en el campo de Carabobo dos ejércitos: uno del pueblo en armas y otro de enemigos de la independencia. El primero comandado por el presidente de Colombia, el Libertador Simón Bolívar, el otro por el español Miguel de la Torre en nombre del rey Fernando VII de la casa real Borbón. Además de catorce mujeres, esclavizados africanos, indígenas, zambos y pardos, Bolívar contaba con la legión británica y con tres combatientes de la Patria Grande: el cubano José Rafael de las Heras, el brasileño José Inacio Abreu e Lima, y el chileno Ramón Allende Garcés.
El antillano se incorpora a la causa independentista después de huir de la Cuba española a Estados Unidos y desde allí viajó a Venezuela, en 1818, cuando comenzó su actividad como teniente coronel del Ejército republicano comandando el batallón Tiradores de la Guardia. Muere en la batalla de Juana de Ávila en Maracaibo el 24 de abril de 1822, en una arriesgada acción contra las fuerzas al mando del coronel español Juan de Ballesteros.
El 18 de septiembre de 1868, el general pernambucano le escribe a Páez: “Usted mi general, no conocía ni nunca pudo conocer a Santander por lo que he leído en sus Memorias. Usted sabe que he tenido intimidad con él y le juro que lo he conocido perfectamente en Bogotá, y puedo asegurar a usted que nunca he conocido un intrigante y un perverso tan sutil, tan fino y tan astuto. Él ha sido la causa primera de su acusación ante el Senado, él ha concurrido para la desmoralización y revuelta del ejército de Colombia en el Perú y Bolivia, así como para el atentado de 25 de setiembre en Bogotá, y dejó plantado el germen de la revolución de Córdoba en Medellín y del asesinato de Sucre, porque él estaba en inmediatas relaciones con López y Obando”.
El escritor alicantino Mario Amorós escribió la biografía de Salvador Allende en la que explica cómo el compañero presidente siempre se enorgulleció de sus antecesores, de origen vasco, que habían llegado a Chile en el siglo XVII, la contribución de su familia a la independencia suramericana, ya que su bisabuelo Ramón Allende Garcés, después de haber formado parte de los llamados Húsares de la Muerte dirigidos por el legendario guerrillero chileno Manuel Rodríguez, combatió en las batallas de Boyacá y Carabobo bajo el mando de Simón Bolívar, quien lo consideraba “la mejor lanza” de su Ejército.