Organizaciones sociales del departamento colombiano de Norte de Santander, limítrofe con Venezuela, advirtieron este martes de un aumento de la violencia y el tráfico de armas en esa región fronteriza, donde han sido registrados más de 130 homicidios en lo que va corrido del año.
El director de la ONG Fundación Progresar, Wilfredo Cañizares, aseguró en una rueda de prensa que las armas, sobre todo las que están en desuso, y municiones de cantones venezolanos están siendo robadas y traídas ilegalmente a Cúcuta, capital de Norte de Santander.
«Cúcuta está siendo utilizada como ruta del tráfico ilegal de armas desde Venezuela, que hasta el año 2023 era un tráfico ilegal de armas livianas, principalmente pistolas y revólveres que surtían bandas locales y estructuras grupos armados organizados como el Clan del Golfo u organizaciones insurgentes», afirmó.
Sin embargo, Cañizares aseguró que este año han visto «que parte del tráfico de armas pesadas o de guerra, se está quedando en la ciudad».
«Sabemos y tenemos conocimiento de que hay bandas que están comprando armamento como fusiles del mercado venezolano, una fusilería que fue dejada de utilizar por la fuerza armada venezolana, que es un fusil FAL de origen belga, que el Ejército venezolano ya no lo utiliza porque transitó a utilizar fusiles AK-47», añadió.
Explicó que «todos esos miles de fusiles de fabricación belga están guardados en cantones en Venezuela», de donde los están robando para llevarlos a Colombia a través de Cúcuta.
Con información de EFE
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