En los países cuyas sociedades, signadas por lo general por la lógica del modelo neoliberal capitalista, tienden a ser despolitizadas, es decir, desafectas a la participación activa del pueblo en las decisiones del Estado a través de la vida partidista, la única forma que tiene la gente para hacerse oír es la protesta y la manifestación de calle.
En Venezuela el mecanismo mediante el cual la mayoría de la sociedad canaliza su sed de participación y protagonismo es el Partido Socialista Unido de Venezuela, cuyo rol estatutariamente establecido, es el del acompañamiento al pueblo en sus luchas por la inclusión y la justicia social, porque las de la oposición no son protestas sino acciones golpistas.
La estructura del Psuv, a través de sus dirigentes de base, parroquiales, municipales, estadales y nacionales, tiene hoy presencia activa en todas las actividades comunitarias como no la tiene ninguna otra organización política en el país.
De ahí la importancia que tienen el Quinto Congreso del Psuv y Cuarto de su Juventud. Las decisiones que en el mismo han sido tomadas para corregir errores y reimpulsar la revolución han sido expuestas ampliamente tanto por el primer vicepresidente del partido, Diosdado Cabello, como por el presidente Nicolás Maduro Moros en el acto de clausura, donde el primer mandatario la definió, muy correctamente, como “la más grande expresión política en el país”.
Por eso los temas centrales de ese congreso giraron en torno a la nueva filosofía del compromiso ético de la militancia, surgida de las miles de asambleas del partido que buscan acabar con las mafias, sean quienes sean y estén donde estén, así como en torno a las fórmulas indispensables para la activación del 1 x 10 del buen gobierno, tema en el cual también se recogieron decenas de propuestas.
Contrario a la vetusta lógica clientelar del partido político que reivindica la derecha venezolana, cuyo único interés es el estrictamente electoral, el Psuv se erige cada vez más en una poderosa fuerza transformadora que sirve efectivamente al pueblo, no solo en su condición de organización política revolucionaria en función de los ideales de Bolívar y de Chávez, como en efecto lo es, sino en su carácter de acompañante permanente del pueblo en sus luchas cotidianas.
@yAranguibel