Netflix está sufriendo un miércoles negro. Las acciones del gigante de streaming de series y películas se han desplomado más de un 37% de su valor tras la apertura de Wall Street, después de que se confirmase la pérdida de 200.000 suscriptores durante el primer trimestre de 2022. Que se sepa, se trata de la primera vez en 11 años que la compañía cae en número de usuarios. Y el panorama no va a cambiar en los próximos meses: se anticipa un descenso de otros dos millones de abonados para el segundo trimestre. Estaríamos ante la mayor caída del precio de las acciones de Netflix en un solo día desde octubre de 2011, cuando cayó casi un 35%.
Por: El Espectador de Caracas con información de El Mundo
La tranquilidad que los ejecutivos de Netflix han querido transmitir esta mañana después de la primera caída del martes no parece haber convencido en absoluto a los inversores. Varios expertos incluso esperan que haya un efecto arrastre y se contagie a otras plataformas de streaming. En enero ya se había enfriado la previsión de abonados de Netflix y esta mañana desde la compañía se ha admitido que las cifras económicas no mejorarán sustancialmente, al menos, hasta final de año. Sin embargo, el director ejecutivo y cofundador, Reed Hastings, llegó a decir hace tan solo unas horas: «Es nuestro momento de brillar». En la reunión mantenida esta mañana para evaluar la coyuntura -previa a este último desplome bursátil-, se hicieron incluso bromas y los directivos parecían no temer al futuro. De momento, no hay respuesta oficial y desde Netflix comunican a EL MUNDO que se mantienen en lo declarado: Netflix goza de una posición privilegiada y tiene claro sus objetivos. Entre ellos, monetizar las cuentas compartidas, un esfuerzo ahora prioritario que quizá no lo era cuando las suscripciones subían y subían como un cohete.
Según Netflix, el servicio se comparte en más de 100 millones de hogares adicionales, uno de los motivos que estaría dificultando el crecimiento de ingresos. Para combatirlo, la compañía ya inició hace poco un programa piloto en Chile, Costa Rica y Perú según el cual cobrará un importe adicional a aquellos usuarios que compartan las credenciales de su cuenta con personas que vivan fuera del hogar. Su resultado todavía no ha trascendido. Otra de las alternativas es el abaratamiento de una cuenta que incluya publicidad, como ya hacen otras plataformas en EEUU.
Pero no son los únicos motivos que explican esta inédita pérdida de suscriptores. La compañía también hace referencia a la situación geopolítica y macroeconómica mundial. A cómo les ha afectado el cierre del servicio en Rusia, que se traduce en 700.000 suscripciones menos -dicho mercado supone el 1% de sus ingresos- y a cómo la guerra ha dificultado su conexión en otras zonas. Pero sin duda la más importante es el aumento de la competencia. Durante años Netflix ha crecido sin una competencia real y con contratos con productoras que les han vendido catálogo y producto nuevo. Ninguna major tenía claro que su modelo de negocio fuese a funcionar y se mantuvieron al margen. Pero ahora el éxito de Netflix y el auge de sus propias plataformas ha hecho que la guerra por el streaming se recrudezca.
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