10 de noviembre de 2024 1:26 PM

Gonzalo Oliveros Navarro: A votar

Barra Plural 1101

Es domingo 28 de julio, fecha elegida por el Consejo Nacional Electoral para que los venezolanos decidan quien será la persona que regirá los destinos de Venezuela por los próximos seis años.

Si bien es cierto que hay una decena de aspirantes, la verdad es que, nuevamente, como quienes vivimos en democracia lo vimos, el escenario se polariza entre dos opciones, el continuismo representado por el señor Maduro y la parte de la oposición que representa en el tarjeton que electronicamente se presentará a la vista del elector, el embajador Edmundo Gonzalez Urrutia, entre ellos se concentrará la atención de los electores.

Las opciones referidas representan dos maneras de ver el país, sus instituciones y su gente.

La primera es la representación actual de un liderazgo que durante 25 años condujo a Venezuela al estado de cosas que todos conocemos y que por obvias no repetiré, en tanto que la segunda, por contraste, lo hace con la esperanza de un cambio para revertir las anteriores.

Lamentablemente, la generalidad de los venezolanos que fuera de nuestra tierra vivimos no podremos participar en la elección.

La inmensa mayoría de los residentes fuera de Venezuela -casi un 30% de nuestra población total- está privada de ejercer los derechos políticos que garantiza la Constitución; para ellos no será posible ejercer su ciudadanía pues lo impidio, por una parte, la inexistencia de relaciones diplomáticas o consulares con el país que nos sirve de hogar y por la otra, las trabas que esas representaciones pusieron para ello. Así, impedidos de opinar, solo nos queda colaborar con quienes pueden hacerlo e instar a todos los que en nuestra tierra de gracia residen, a que lo hagan en nuestro nombre activando esa única herramienta que tenemos los demócratas para solventar, finalmente, un conflicto, el voto.

En más de una columna como esta afirmé que nuestro problema lo resolveríamos nosotros, los venezolanos; que lo haríamos votando y especialmente que la mayor responsabilidad en tal sentido la tendrían quienes al interior de Venezuela pudieren hacerlo. Ese día llegó y esas son las circunstancias.

Este 28 de julio de 2024 puede ser, según lo que finalmente decidan quienes concurran a votar, el principio de un nuevo día o la continuación de lo que vivimos. Cada elector es responsable, con su voto, del destino suyo, pero lo es también del de su familia y finalmente también del que tenga el país. Nunca como hoy ninguno había tenido tanta responsabilidad.

Que cada uno, luego de analizar su situación personal y familiar así como la de nuestra tierra, vote según su afecto y su conciencia y que quienes están obligados por la Constitución de hacer respetar el resultado, por ser los policías de esa carta magna, cumplan con su deber si alguno pretende desmadrarse.

Pido a Dios que el amanecer del lunes 29 de julio, dia en la cual cumpliré siete años de exilio en Colombia, sea tan luminoso como los que veía frente al mar, en playa Los Canales en Lecheria, cuando a las 5.55 am caminaba con vista al este y el sol, espléndidamente, comenzaba a iluminar el horizonte y al ser así vendrá a mi mente las estrofas que compuso Diego Torres en su canción Color Esperanza:

Saber que se puede/querer que se pueda/quitarse los miedos/sacarlos afuera/pintarse la cara color esperanza/tentar al futuro con el corazon.

Si el día lunes 29 amanece espléndido, lo habremos logrado.

Gonzalo Oliveros Navarro
@barraplural

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