La biografía de José María Nogueroles indica que es un empresario nacido en Barcelona, España; que comenzó su carrera en la oficina de Crédit Lyonnais, ubicada en el 60 y 62 de la Vía Layetana, y en el año 1955 llegó a Venezuela. Empezó como oficinista en el Departamento de Cartera del Banco Provincial, y llegó a presidir esa entidad financiera, antes de que fuera adquirido por el grupo BBVA. Luego sería uno de los fundadores del Banco Nacional de Crédito (BNC), que también presidió en el año 2004.
El Espectador de Caracas / Hispano Post
Este jueves 10 de noviembre, Nogueroles abrió, con su historia de vida y su visión sobre el país, la segunda edición de la tertulia «Venezuela. De la resiliencia al cambio». Una convocatoria de ciudadanos que creen y trabajan por el país, y que se reunieron gracias a HispanoPost, el medio digital empeñado en contar otra cara, otra arista de la historia que ahora sucede en Venezuela.
Nogueroles, en la actualidad, preside transitoriamente la Asociación Bancaria de Venezuela y su hoja de vida dice que ha sido distinguido con la Orden Isabel La Católica y la Legión de Honor de la República Francesa.
Lo que hasta ahora no cuenta ninguna biografía es que este empresario asegura haber vendido su casa en España, donde pensaba retirarse, para invertir esos recursos en Venezuela, donde está convencido ganarán dividendos.
Parte de su experiencia, de 67 años en Venezuela, la compartió con el auditorio que acudió a la terraza del CCCT, en el salón Cité, para escucharlo. Allí conversó con el periodista Andrés Rojas Jiménez, quien le preguntó, entre otras cosas, si la dolarización en el país es un hecho que llegó para quedarse.
Nogueroles no solo respondió sobre la dolarización de la economía -mencionó a Asdrúbal Oliveros, de la firma Ecoanalítica, y dijo que habría alrededor de 2.500 millones de dólares en el circulante, “que debe ser un poco más”- sino que se pronunció enfáticamente contra las sanciones de Estados Unidos hacia Venezuela porque, a su juicio, le han hecho un grave daño al país, no solo a sus dirigentes.
“El problema no es dolarizar la economía. Venezuela sufrió las consecuencias de diversos factores externos. Especialmente las sanciones, que han hecho un daño profundo. No solamente al gobierno y a los políticos. Nos ha hecho un daño a todos nosotros. A cada uno de nosotros. ¿Puedo estar de acuerdo con las sanciones? No, porque me están afectando a mí como individuo y eso no puede ser”, aseveró.
El tema de las sanciones surgió cuando respondía sobre la dolarización y de allí complementó su idea con una percepción: cree que esa postura de Estados Unidos contra el gobierno venezolano estaría variando.
Sin embargo, el énfasis no es solo para criticar las políticas externas. Nogueroles repitió un par de veces que no se puede gastar más de lo que se produce (como en las economías familiares), pues esto genera inflación.
“Da la impresión que, poco a poco, … se siente un ambiente… que si le van a dar una licencia a Chevron, que si vamos a obtener esto o aquello… Pero ambas partes tienen que ceder. Y el gobierno nacional, por razones propias, de orgullo nacionalista, le cuesta tomar decisiones. Una economía en dólares ayudaría a paliar estas dificultades transitorias que tenemos”, señaló.
Nogueroles dijo esperar que se renegocie la deuda externa, para poder acceder a los mercados internacionales otra vez, pues en la actualidad Venezuela no contaría con crédito en ninguna parte, según advirtió.
“Mis ahorros de 70 años los invertí aquí y me protegí de una crisis mundial”
El empresario está consciente de la paradoja que en sí mismo representa. Ahora preside la Asociación Bancaria (mientras escogen a otro candidato según contó) y dijo entre risas que le pagaban por ello, pero en este momento informó que estaba emprendiendo en el mercado bursátil, que es lo que, a su entender, genera más réditos y beneficios.
Aquí hizo un recuento de su historia por estos senderos de la banca.
“En un momento dado al Banco Provincial le llamaban el banco japonés porque fue Saica-Saca Sociedades Anónimas Inscrito de Capital Abierto y Sociedad Anónima de Capital Autorizado, respectivamente. Eso era así. En verdad los capitales siempre han estado en la mente de los que estaban a mi alrededor y me insertaron a mí. Yo soy un amante del mercado de capitales. Creo que ese es el mercado del futuro. ¿Y por qué? ¡Os voy a explicar!
La banca hoy en día no puede prestar. ¿Por qué no puede prestar? Porque tenemos un encaje que llegó a estar en el 100% y hoy está en 73%, pero en definitiva la banca presta solo entre 15% y el 20%, contando con los recursos que todos ustedes tienen en los bancos. Eso quiero que se lo graben en su mente. Los bancos viven de todos nosotros. Esto significa que el mercado de capitales puede crecer porque el Estado favorece el crecimiento del mercado.
¿Dónde está el problema?
El problema está en que el mercado de capitales sufrió una crisis, hace uno años, entre 2008-2009, y el que tenía dinero en ese mercado lo perdió y no había un papá Estado que cubriese eso.
La banca tiene un papá, que es Fogade, que pagamos para garantizar los depósitos del público hasta cierto modo. Si pasa algo a un banco, recuerden la tragedia del Banco Latino, la gente perdió, pero no todo. Perdieron los grandes, pero los pequeños recuperaron toda su inversión.
En el mercado de capitales no fue así. Los que tenían ciertas cosas, en ciertas casas de bolsas, perdieron sus reales. Le tenemos desconfianza a ese mercado. Yo lo que quiero es estimularlos a que participen en ese mercado.
Todos ustedes hoy en día, el que tiene un ahorrito y lo tiene fuera, está perdiendo dinero. Todas las carteras en el mundo han bajado. El que tiene una cartera de inversiones de 1 millón de dólares si le vale mucho le vale 600 mil dólares, a menos que lo haya liquidado antes, (como este cuerpo) no lo hice porque sea más inteligente sino porque necesitaba mi dinero para emprender.
Mi cartera de inversiones, que eran mis ahorros de 60 o 70 años, los invertí aquí y, en consecuencia, me protegí de lo que no sabía que venía: una crisis mundial donde estamos todos embarcados y donde la inflación en Estados Unidos o en Europa está pasando del mil por ciento. Una cosa que no se veía desde hace sopotocientos años.
¿Qué pueden hacer ustedes con su dinero?
Se van a un mercado y compran acciones. Mi casa de bolsa, que es la número siete -creo que hay 81, 82- es una de las más jóvenes: tiene tres años de creada. Ya ganó un premio por ser la primera en renta fija. En renta variable, somos el cuarto. Este año podemos terminar de primeros o segundos en las dos posiciones.
¿Cuál es la una y cuál es la otra? Las empresas emiten papeles en el mercado y nosotros hemos hecho varias emisiones, como siete ya. Y esas empresas obtienen recursos y tienen, prácticamente, que cumplir con los mismos requerimientos que hace un banco; solo que hoy en día los bancos dan de un modo limitado. El mercado está para eso.
¿Y cómo se nutre ese mercado? Ahí es donde entramos en la parte ‘ácida’” del negocio. Necesito que la gente, que todos ustedes tengan confianza e inviertan a través de la bolsa. ¿Comprando acciones? No necesariamente. Tratando de crear una compañía. Yo acabo de crear una compañía que se llama Pivca, Promotora de Inversiones y Valores C.A. Está en el sistema de bolsa, autorizada, y qué hace esa compañía. Lo que todos ustedes están esperando: comprar un automóvil a plazos.
Estamos trabajando en ese mercado y ya hemos invertido 10 millones de dólares en esa compañía. Estamos importando vehículos de China a los concesionarios, para financiárselos y luego financiárselos al usuario. ¿Es fácil? No, porque mis recursos son limitados.
Necesito recursos del público en general. Tengamos confianza en el mercado de capitales que tiende a crecer, que va a crecer. Si el país sigue creciendo. Yo soy un optimista y creo que crecemos muy bien. Ese mercado necesita… ustedes necesitan vehículos, el parque automotor lleva 20 años de uso. No ha habido importaciones. El año pasado se vendieron 1.300 vehículos. Eso para un país de 30 millones de habitantes no es nada.
Estamos ayudando y financiando camiones. Estamos financiando vehículos de semi carga. Estamos intentando que el mercado crezca y se desarrolle”.
“¿Por qué no se retira, se va a cuidar los nietos?”
“¿Por qué no se retira, se va a cuidar los nietos, se va de viajes? ¿Por qué seguir aquí?”, le preguntó Andrés Rojas Jiménez, y el banquero canario de nacimiento y venezolano de corazón respondió con una frase sencilla que, al mismo tiempo, totaliza su visión sobre el país.
“Creo en Venezuela. Venezuela me dio todas las oportunidades y las tengo que agradecer. Mi edad no importa. Yo tengo la edad que me dice mi mente. No dejo entrar al viejo, como dicen algunos. Yo creo en este país y creo que hay oportunidades.
Mi vida ha estado siempre en la banca, pero cuando yo digo que soy un emprendedor es verdad. Aparte de la casa de bolsa, tengo transporte de valores, tengo una compañía de serenos… Tengo diversas compañías que hacen actividades económicas para ayudar al desarrollo del país.
¡Tengo cuatro nietos y todos trabajan conmigo! ¡Todos! No solamente creo yo, sino que tengo una familia donde todos trabajan conmigo. ¿Por el bien de quién? De nosotros, indudablemente, pero, además, para el país.
Me había comprado una casa para retirarme en España y la vendí y ese dinero lo estoy invirtiendo en Venezuela. ¿Qué prueba más de confianza? Como dije antes, Dios protege a los inocentes. Vendí mi cartera de valores, quien tiene una cartera de valores fuera sabe que es verdad: que perdió 40% sin saber cómo. Mientras no venden no pierden, recuerden eso; pero su valor patrimonial baja.
En cambio aquí, en Venezuela, el valor patrimonial crece todos los días. ¡Que puedo correr un riesgo! ¡Claro, todos podemos correrlo! El vivir es un riesgo. Lo que deseo es que piensen que los ahorros que tienen pueden crecer en el mercado de capitales, comprando acciones (un riesgo mayor) o comprando valores emitidos por empresas de primera línea del mercado que necesitan capital y que no lo consiguen en la banca nacional.
Consiguen sí, pero una cuarta parte o el 20% de lo que realmente necesitan. Es un mercado potencial para todos ustedes, para que inviertan realmente, para que saquen rendimiento a su dinero. Porque, en definitiva, el que tiene 1 millón de bolívares, tendrá en un año 300 mil. En cambio, si lo invierten, van a seguir con el millón de bolívares o más.
Solamente el esfuerzo de cada uno de ustedes logrará que este país salga adelante. Si nos quedamos todos esperando y mandamos a nuestros hijos fuera, se quedan allá porque tienen mejores oportunidades. Yo creo que hoy en día las oportunidades están en Venezuela.
Volveremos a ser el país que fuimos si todos nosotros ponemos nuestro granito de arena y los recursos que tenemos los utilizamos para producir”.
¿Cómo comunicar las oportunidades que representa Venezuela?
Horacio Velutini, quien fue el moderador a lo largo de toda la tertulia, también le hizo una pregunta al doctor Nogueroles: ¿Cómo comunicar las oportunidades que representa Venezuela? Y este le contestó que lo primero que había que hacer era cambiar la imagen, pues el peor enemigo que tenemos es el propio venezolano que está en el exterior y habla mal de su país.
“Es como si yo hablara mal de España. Una vez José Vicente Rangel me preguntó en una entrevista que cómo me sentía como venezolano. Y yo le dije: ‘Yo soy más venezolano que usted. Porque usted nació aquí, yo elegí ser de aquí”.
Esa es una diferencia notable. Uno no debe rechazar a sus ancestros. El día que me muera, quiero que me entierren en España, sin duda alguna. Pero mientras esté aquí, yo soy de aquí, quiero luchar aquí y todo lo que he ganado aquí, lo quiero invertir aquí.
Y la palabra confianza la empleó seis veces durante su alocución. Nogueroles dijo que era fundamental sentir confianza por el país y su gente, así como voluntad para continuar y emplear los recursos con los que se cuenta en el presente, sin mayor dilación.
“No debemos invertir fuera. Tenemos que invertir aquí. Es la única manera de que podamos hacer cosas. Sin reales no hay nada. Todos ustedes deben de tener algo de ahorro. Los invito a que inviertan aquí: en renta fija, en renta variable, en negocios propios, en emprendimientos.
Hay mucha gente que ha recibido dinero en emprendimientos. El gobierno tiene a la banca, a la cual le han obligado a prestar entre 200 y 10 mil dólares en emprendimientos. ¡Que no es fácil! No lo es. Nada lo es. Pero no crean que afuera es más fácil. Ganar fuera es prácticamente imposible. No es nuestro mercado. No es donde nosotros estamos.
En la agricultura tenemos mucho que hacer. Fuimos exportadores de arroz, de algodón. Volvamos a producir. Solo necesitamos inversiones y el Estado está favoreciendo lo que llaman la alimentación. La producción entre 4 y 5 mil toneladas por hectárea de maíz, si se hace bien puede llegar a producir hasta 14 mil con el riesgo controlado.
Tener confianza, tener voluntad y recurrir a los recursos que todos tenemos. No hace falta tener un millón de bolívares. Hace falta tener 100 mil y arrancar. Eso le irá produciendo…el 10, el 12%. Eso ayuda a la economía familiar.
Y si me dicen que ¿por qué Venezuela? Yo respondo que porque es lo que conozco y es donde me siento a gusto”.
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