El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió este martes a la comunidad internacional ayuda financiera para cubrir el déficit presupuestario de 38.000 millones de dólares que se prevé a causa de la invasión rusa, mientras los combates continúan en Bajmut (este).
En un discurso por video ante responsables políticos y expertos reunidos en Berlín en el marco de una conferencia internacional dedicada a la reconstrucción de Ucrania, Zelenski instó a los participantes a «tomar una decisión para llenar el agujero del déficit del presupuesto ucraniano» de 2023.
«Es una suma muy importante de 38.000 millones de dólares […], son los sueldos de los profesores, de los médicos, son prestaciones sociales, pensiones», dijo.
Por su parte, el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, pidió que la reconstrucción empiece inmediatamente y consideró que «lo que está en juego es nada menos que la creación de un nuevo Plan Marshall para el siglo XXI».
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que también asistió a la cita, calificó de «desconcertante» el alcance de la destrucción en Ucrania.
«El Banco Mundial calcula que el coste de los daños será de 350.000 millones de euros [345.000 millones de dólares], y esto es más de lo que un país o una unión puede aportar por sí solo. Necesitamos a todo el mundo», afirmó.
En Londres, durante su primera intervención en Downing Street, el nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, denunció «la guerra terrible» que Rusia está librando en Ucrania y manifestó su apoyo a Kiev.
Zelenski respondió rápidamente en Twitter, felicitándole por su reciente nombramiento y declarándose «dispuesto» a «seguir reforzando» los lazos entre Ucrania y el Reino Unido.
El presidente alemán, en Kiev
La conferencia en Berlín empezó justo cuando el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, llegaba a Kiev, durante su primera visita a Ucrania.
Steinmeier afirmó que esperaba «con ansias [su] reunión» con Zelenski y «con la gente del norte del país», adonde fue para «hacer[se] una idea de su vida en plena guerra», según el texto enviado por su portavoz, Cerstin Gammelin.
Antes de encontrarse con su homólogo ucraniano, el presidente alemán debía visitar la pequeña ciudad de Korjukiwa, cerca de la frontera con Bielorrusia, que estuvo ocupada por las tropas rusas.
La visita de Steinmeier, inicialmente prevista hace una semana, fue anulada por razones de seguridad.
Y es que desde el 10 de octubre la capital ucraniana ha sido bombardeada por misiles y drones rusos de fabricación iraní, que apuntaron sobre todo hacia infraestructuras energéticas, causando una decena de muertos.
Esta serie de bombardeos llevaron al operador nacional Ukrenergo a imponer «restricciones al consumo de energía en todas las regiones», indicó.
Civiles muertos en Bajmut
En el terreno, tras ocho meses de conflictos, los combates siguen causando estragos, principalmente en Bajmut, una localidad de la región de Donetsk en el este de Ucrania, que el ejército ruso intenta conquistar.
En esa ciudad, al menos siete civiles murieron y tres resultaron heridos el lunes, indicó el martes el gobernador regional Pavlo Kyrylenko en Telegram.
Este martes, en un barrio residencial de Bajmut había manchas de sangre en el suelo, después de lo que los habitantes describieron como un mortífero ataque, ocurrido la víspera.
«Aquí encontré un cuerpo sin cabeza. Estoy conmocionado», declaró Sergii, de 58 años, que prefirió mantenerse en el anonimato. «Era un hombre. Simplemente estaba caminando por la calle», agregó.
Por la mañana, varias humaredas emanaban de la ciudad, observaron periodistas de AFP.
«Hubo avances por la noche pero no podemos dar detalles de momento, la situación es complicada», declaró a AFP, pidiendo el anonimato, un soldado ucraniano implicado en la defensa del municipio.
En el sur de Ucrania, las autoridades prorrusas de la ciudad de Melitópol, controlada por las fuerzas de Moscú, anunciaron que un coche bomba explotó cerca de las oficinas de medios comunicación locales y que cinco personas fueron heridas.
En la región de Jersón, en el sur de Ucrania, frente al avance de las fuerzas de Kiev, este martes se continuaron evacuando civiles, según las autoridades prorrusas.
«Hasta el 24 de octubre, 22.367 habitantes de la región de Jersón fueron trasladados a la margen izquierda del [río] Dniéper», informó la administración de ocupación prorrusa, que afirmó «prever» que «unas 50.000 personas» abandonarán la zona «en un futuro cercano».
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