El presidente de Perú, Pedro Castillo, afirmó este lunes que «no dará tregua» a sus detractores, que lo acusan de liderar una organización criminal dedicada a entregar licitaciones de obras públicas a cambio de dinero, e invocó a los peruanos para que dejen de lado los «enfrentamientos inútiles».
El Espectador de Caracas / EFE
«Me dirijo al Perú para decirles que no vamos a dar tregua a los detractores, a gente que tuvo la oportunidad de conducir los destinos del país y hoy esas personas, que no tienen la autoridad moral para decir que este gobierno es corrupto, tienen su agenda propia», sostuvo Castillo.
Durante una ceremonia de entrega de títulos de propiedad, realizada en la región andina de Apurímac, el mandatario enfatizó que su Gobierno es «totalmente demócrata» y en ese marco va «a seguir trabajando».
«Quiero invocar al pueblo peruano para que, de una vez por todas, dejemos estos enfrentamientos inútiles y a seguir en el marco de la unidad», manifestó, antes de agregar que espera recibir en el Palacio de Gobierno de Lima a las autoridades de Apurímac que fueron elegidas en los comicios regionales y locales del pasado 2 de octubre.
Castillo comentó, al respecto, que «no hace muchos días el Perú vivió una fiesta democrática» con la «elección libre, indiscutible y totalmente legal de los nuevos alcaldes y gobernadores regionales».
En ese sentido, convocó a sus ministros para que atiendan los pedidos y necesidades de todos los ciudadanos porque, según dijo, en su país todos son iguales.
«Acá tenemos que mirarnos todos por igual, todos tenemos los mismos derechos, las mismas oportunidades», aseveró.
El gobernante se pronunció de esa manera luego de que la fiscal general peruana, Patricia Benavides, presentara el pasado 11 de octubre ante el Congreso una denuncia constitucional en su contra por supuestamente liderar una organización criminal en el Ejecutivo.
Castillo y su defensa aseguran que el artículo 117 de la Constitución establece que un jefe de Estado solo puede ser acusado durante el ejercicio de sus funciones por cuatro casos concretos, entre los que figuran traición a la patria o impedir las elecciones, pero no por delitos de corrupción o comunes.
Ante esto, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó el jueves pasado una resolución para aplicar la Carta Democrática Interamericana en Perú, luego de que Castillo asegurase que se prepara una «nueva modalidad de golpe de Estado» contra su Gobierno.
Castillo indicó, posteriormente, que «se trata de asegurar la independencia y autonomía de los poderes del Estado, así como el respeto del legítimo ejercicio de poder y del gobierno elegido por el pueblo».
Sin embargo, el presidente del Congreso, el conservador José Williams, sostuvo que cualquier decisión que tome el organismo regional «de ninguna manera va a afectar» los procesos que siguen en marcha en el Parlamento, el Ministerio Público y el Poder Judicial.
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