Son escalofriantes los detalles revelados en la audiencia contra los miembros de la banda Satanás, capturados en las últimas horas señalados homicidios y torturas en el sector del Amparo en Kennedy.
En la audiencia conocida en primicia por Noticias RCN, se dejan al descubierto que las órdenes de realizar embolsamientos de personas en Bogotá, provienen de una cárcel y que alias Luisito, jefe de la banda, era quien daba las indicaciones para causar sufrimiento a las víctimas.
Luis Fernando Mallarino Villarte, Ted Wayak Mendoza Machado, Yorkendy José Montero Gutiérrez y Eduardo Santamaria, según la Fiscalía, son responsables se sembrar el terror en el sector del Amparo en Kennedy y, además, tendrían a cuestas 3 casos de embolsados.
“En ese momento ‘Luisito’ llama a una de las mujeres que se encontraban allí y les dice que los cuerpos ya están listos para que los arreglen y que haga lo que sabe hacer y que ellos le van a pagar por ese trabajo”, se escucha en la audiencia.
En la investigación del caso, la Fiscalía descubrió que las órdenes de estos asesinatos habrían venido desde la cárcel y de una persona con el alias de Popeye, quien pedía videos para verificar los asesinatos.
Lo que descubrió la Fiscalía
“Hacen otra videollamada a alguien de la cárcel al que le dicen Popeye, le dicen que ya hicimos el trabajo, este le responde que cuantas personas llevaron a la casa y ‘Luisito’ le contesta que 4 personas”.
Claramente, la sevicia de Popeye, el cabecilla la banda desde una cárcel, no creía en sus integrantes, por lo que pedía nuevamente que les mostraran a los muertos y les pidió borrar las huellas del crimen.
“Luisito hace la videollamada a la persona que se encuentra en la cárcel y le muestra que ya la femenina estaba muerta. Popeye les dice, que ellos no deben dejar cabos sueltos porque eso era para problemas, que terminaran de hacer el trabajo y que ya hablaban de eso”.
Uno de los testimonios de la Fiscalía relató los momentos de angustia que habría padecido una víctima minutos antes de morir.
“Refiere el testigo que esta persona con su mirada era como si estuviera pidiendo ayuda. La femenina perdió la vida, en ese momento se ve que la muchacha está agonizando y sufriendo”.
Tras los asesinatos, alias Luisito les dio orden a sus secuaces de hacer aseo para borrar las huellas. Además, puso “pico y placa” para salir de la casa, buscando despistar a las autoridades.
“Solo podían salir si el señor Luisito daba la orden que mientras tanto en el día, ese día, hicieron aseo para tratar de dejar lo más limpio posible la vivienda donde habían cometido estos hechos y habían acabado acá con las dos víctimas”.
La Fiscalía seccional de Bogotá les imputó homicidio agravado y tortura, delitos que no fueron aceptados por ninguno de los integrantes y fueron enviados a la cárcel.
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