La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, exhortó este viernes a los Estados a aumentar la colaboración y «poner la salud en el centro de las relaciones diplomáticas» y advirtió que «la desigualdad sirve como combustible para las enfermedades».
El Espectador de Caracas / EFE
Durante su intervención remota en la LII Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que finaliza este viernes en Lima, Etienne aseveró que hay tres factores que han dejado al continente americano «vulnerable a las consecuencias de la Covid-19» e insistió en que la primera de ellas es la desigualdad.
«Somos la región más desigual y esta desigualdad ha obstaculizado nuestra habilidad de responder rápidamente a la pandemia (…) La desigualdad sirve como combustible para las enfermedades», declaró.
Agregó que un segundo factor es la falta de inversión en salud pública y, en este sentido, recordó que la OPS recomienda que los países inviertan el 6 % de su producto interno bruto (PIB) en salud.
«A pesar de que algunos países han aumentado su gasto en salud como respuesta a la pandemia, esto no ha sido sostenido y la mayor parte de nosotros aún estamos con mucha escasez en este respecto», se lamentó.
El último punto, continuó, es la excesiva dependencia de la región a la importación de productos de otros países.
«América Latina y el Caribe, por ejemplo, dependen casi en su totalidad de otras regiones para producir los medicamentos esenciales y tecnología de salud (…) y esta dependencia nos mantiene en riesgo en un mercado mundial que cambia todo el tiempo y que no prioriza nuestra región», declaró.
Insistió, en esa línea, en la necesidad de trabajar «juntos» para superar estos factores, combinando las capacidades de unos, con la inteligencia o los recursos de otros.
«Estamos en el camino, pero hay mucho más que hacer», señaló antes de reiterar su llamado a «aumentar la colaboración» entre países y poner la salud en el centro de las relaciones diplomáticas.
Etienne destacó también los esfuerzos de la OPS para explorar los efectos de la pandemia en la salud mental que, dijo, afectó especialmente a los grupos más vulnerables, como los jóvenes y las mujeres.
Por su parte, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que «la necesidad por una cobertura universal de salud para los países es ahora más obvia y urgente que nunca».
«El mundo ha cambiado, pero nuestra ambición no. Un mundo en el que ningún niño se quede sin vacunación, ninguna mujer se quede sin acceso a salud sexual y reproductivo, y que ningún hogar tenga que decidir entre alimento o medicina», concluyó Adhanom.
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