La producción de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) podría mejorar de cara a octubre y en lo que resta de año, debido a la recepción en los próximos días de gas condensado, utilizado como diluyente para distintos productos petroleros, proveniente de Irán.
El Espectador de Caracas / Reuters
Embarcaciones enviadas por Irán con 1,2 millones de barriles de crudo iraní y 2 millones de condensados estarían a punto de descargar en el Puerto José, ubicado en Anzoátegui, según informó Reuters tras revisar documentos de Pdvsa.
«Venezuela depende de Irán por la gran cantidad de diluyentes que Pdvsa utiliza para convertir su crudo extrapesado a un producto exportable. El petróleo iraní también es refinado en el país para producir gasolina», indicó la agencia informativa.
En este sentido, con la llegada de los tanqueros, podría producirse un leve incremento en la producción, que pese a incrementar en el último informe mensual de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), sigue estando muy lejos de la meta planteada por el Gobierno de 2 millones de barriles de petróleo diarios (b/d) para el cierre de este año.
El último informe de la OPEP mostró que Pdvsa reporta una producción de apenas 723.000 b/d, tan solo un tercio de la meta. Además, durante todo 2022 la estatal ha sido incapaz de mejorar sus resultados, pues cerró 2021 con un promedio de 681.000 b/d en diciembre.
Una de las razones es la dependencia de diluyentes de otros países, concretamente de Irán, y la irregular frecuencia de los envíos. En los últimos meses se ha hecho más énfasis en este intercambio, pues entre julio y agosto Venezuela importó aproximadamente 4,8 millones de barriles de crudo y condensados, según documentos de Pdvsa reseñados por Reuters.
La porción de crudo y diluyentes importada por Venezuela desde Irán a partir de julio responde a una política adoptada por ambos países, que decidieron acelerar sus intercambios en aras de impulsar la productividad de antiguas refinerías venezolanas y liberar petróleo venezolano para exportar.
El intercambio ha crecido desde mayo, cuando las empresas estatales de ambas naciones firmaron un contrato para renovar la refinería El Palito de Venezuela, luego de trabajos anteriores en la instalación más grande del país.