Maroil Trading, propiedad del magnate naviero venezolano Wilmer Ruperti, se hizo cargo de las ventas de casi todas las exportaciones de coque de petróleo de Venezuela, una medida que podría reducir los riesgos de sanciones para los clientes, según documentos y cuatro fuentes cercanas a la decisión que hablaron con Reuters.
La empresa con sede en Ginebra ha impulsado las exportaciones y los clientes desde que firmó un pacto comercial con la petrolera estatal Pdvsa hace seis años. Con las sanciones de Estados Unidos al sector petrolero de Venezuela, Maroil ha ayudado a sostener las exportaciones del subproducto del país, conocido como coque de petróleo, que proviene de la mejora y refinación del crudo y es ampliamente utilizado por los productores de cemento para hacer funcionar los hornos.
Al menos desde agosto, todos los cargamentos de coque de petróleo que salen de la terminal Jose de Pdvsa en la costa este de Venezuela han pasado por Maroil, dejando que la petrolera estatal exporte un pequeño volumen desde su refinería Cardón, según documentos de envío y dos de las fuentes consultadas por la agencia de noticias.
“Maroil se ha hecho cargo por completo del manejo de la carga de Jose“, dijo una persona que actuaba como agente de los clientes. “Para los clientes, esto es mucho más eficiente que tratar con Pdvsa”.
El comercio de pet coke puede ser muy rentable, según documentos vistos por Reuters que cubren cuatro meses de exportaciones.
En abril, Pdvsa facturó a Maroil 45 dólares (USD) por tonelada de coque de petróleo entregada desde su proyecto Petrocedeño, embarcada en el tanquero Arki. Un mes después, una empresa de cemento pagó a un revendedor USD 220 por tonelada por la carga a su llegada al puerto de Jaigad en India, según mostraron facturas y documentos de aduana.
No quedó claro de inmediato si la expansión comercial de Maroil fue un acuerdo permanente o temporal con Pdvsa.