El tenista español Carlos Alcaraz derrotó este domingo al noruego Casper Ruud en una extenuante final del Abierto de Estados Unidos y, de un solo golpe tras una gran actuación en todo el torneo, alzó el primer título de Grand Slam de su meteórica carrera y, a sus 19 años de edad, se erigió en el número uno más joven del tenis masculino.
Alcaraz se impuso a Ruud en Nueva York por 6-4, 2-6, 7-6 (7/1) y 6-3 en una final sin precedentes, en la que ambos podían conquistar a la vez su primer trofeo grande y el liderato de la ATP. Ganado el último punto, Alcaraz se desplomó en la pista, sonriendo y llorando de felicidad, y corrió a la grada a abrazarse con su padre, Carlos, y su entrenador, el ex número uno mundial Juan Carlos Ferrero. Este aseguró tras el partido que Alcaraz «está al 60% de su potencial» y que tiene todavía mucho margen de mejora.
«Nunca pensé que iba a lograr algo así a los 19 años», reconoció Alcaraz después ante la prensa. «Todo ha llegado tan rápido. Es algo que sueño desde que era un niño, desde que empecé a jugar al tenis». Sin embargo, consideró que lo difícil es mantenerse en la cima del tenis durante 20 años, como ha hecho su ídolo, Rafael Nadal. «Ahora estoy disfrutando del momento, de tener el trofeo en mis manos; pero, por supuesto, tengo hambre de más», dijo, añadiendo que va ponerse a trabajar en ello.
«Es impresionante lo que ha conseguido siendo un jugador de 19 años. A veces es difícil creer que solo tiene 19. Es uno de esos talentos que nacen raramente en el deporte», dijo Ruud en la rueda de prensa posterior a la final. En el último set, el noruego cedió su servicio en el sexto juego y, tras caer derrotado en junio en Roland Garros ante Nadal, claudicó ahora ante su joven heredero. «Si vuelvo a una final de Grand Slam espero no jugar contra un español», dijo Ruud sonriendo. «Saben lo que hacen en las grandes finales».