La historia de Inglaterra resalta la impronta de dos reinas, con el mismo nombre, Isabel I -1573- e Isabel II -1952-; esta lleva 68 años en el mando. La pérfida Albión ha tenido, desde 1066 hasta hoy, 35 reyes y 7 reinas.
Notable Isabel I –La virgen- que apadrinó al pirata Francis Drake en 1567. A quien dio, además, de alojo íntimo, y desayuno, patente de corso. Luego lo encargó de asaltar los barcos españoles que traían el oro y la plata que habían saqueado en nuestras tierras. Acto amparado por las autoridades monárquicas bajo la graciosa frase: ”ladrón que roba ladrón tiene 100 años de perdón”. Fue tal el saqueo, que esta menudencia permitió armar un bastión naval conocido como la Invencible Inglesa o Contraarmada. Poder que luego pulverizó a Carlos V, su Armada Invencible, y su tiranía oceánica.
Solo para eso sirvió nuestro oro. Apoyar al ascenso del terror de los imperios y sus ansias expansionistas.
Pero, como dice el bolero “la historia vuelve a repetirse”, hoy, Isabel II, con 68 años en el poder, se vale de funcionarios piratas para cometer, 440 años después, los mismos actos vandálicos de sus predecesores. Sepamos, la reina Isabel es la gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra. Usted imagine ese poder qué balandronadas no hará con el Banco del Tesoro de su país.
Autoridad que decidió, unilateralmente, congelar en sus arcas la bicoca de 31 toneladas de oro venezolano, valorado en 2.200 millones de dolares depositado por Venezuela en el Banco de Inglaterra.
Tema debatido en tribunales y decidido el 18 de julio 22, por la jueza Sara Cockerill, que declaró que la ley británica no permite validar la sentencia del TSJ venezolana que revoca la directiva del BCV nombrada por Guaidó. El tema de fondo es que las autoridades del Reino Unido siguen reconociendo como legítimo el gobierno del pelele autonombrado.
Cuyos únicos logros han estado dirigidos a cumplir las instrucciones de sus protectores de Washington para robarse todos los bienes del país en el extranjero.
Es definitivo, la táctica y el tema se sigue impulsando con ánimo corsario por presión imperial. Y cuenta con el inicuo apoyo -entre otros en el país- de Primero Justicia.
Pero, la decisión aún no autoriza al autoproclamado a hacerse del botín.
El acto pirata de Inglaterra sobre nuestro oro es calificado por la prensa internacional como un “robo”. Otra artimaña dirigida al mismo y repetido y quimérico y pirata e inútil fin: tumbar al Gobierno venezolano.