24 de noviembre de 2024 4:00 AM

Sophia Lacayo: Amor con amor se paga

Dice una frase inmortalizada en grafitis callejeros: “Un ser humano no envejece cuando se le arruga la piel sino cuando se le arrugan los sueños y la esperanza”. Desafortunadamente, el adulto mayor, en numerosas ocasiones es condenado al abandono, a la soledad, a la inacción, desplazado por la sociedad y por su propia familia.

Diario Las Américas

Es un hecho, la población está envejeciendo gradualmente en los EEUU. De manera direccional el maltrato a las personas mayores también ha ido en aumento. Tanto en instituciones de cuidado como en el hogar. Miami Dade no es la excepción: de los 2.758.636 residentes 642.280 son mayores de 65 años. En el distrito 12, cerca de 45.000 personas se encuentran en este grupo.


Los Centros para la prevención y el control de enfermedades (CDC) consideran que este tipo de violencia es, de por sí, un problema de salud pública: «Sabemos que la población de adultos mayores ha estado creciendo más rápido que las poblaciones más jóvenes y, por lo tanto, se espera que los asuntos de salud de las personas mayores sean más prominentes con el tiempo”.

Hay muchas formas de maltratar o de aprovecharse de las personas mayores: El maltrato físico y/o maltrato emocional, la negligencia, el abandono, el abuso sexual y el financiero. Vale la pena subrayar que el abuso, a nivel estatal está penado por la ley. Constituye una ofensa criminal de acuerdo con el estatuto 825.102 de Florida.

A nivel condal existen líneas para la denuncia, pero no son suficientes. Como en la mayoría de los males, no puede eliminarse o disminuir el problema si nos regimos como una fórmula de acción-reacción. Se necesita compromiso, poner el extra enfocado en cada mecanismo de prevención. Debería ser de extrema prioridad para los servidores públicos la creación de espacios de orientación y consejería enfocados en el trabajo comunitario. Identificar víctimas o la potencialidad a serlo para atajar el mal a tiempo.

Otro flagelo inherente al fenómeno son la soledad y el aislamiento social. Indicadores que afectan a un buen por ciento de la población. Un informe de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina sostiene que más de una tercera parte de los adultos de 45 años o más se sienten solos, y se considera que casi una cuarta parte de los adultos de 65 años o más están socialmente aislados.

Este padecimiento aumenta el riesgo de muerte prematura, de demencia, se asocia con un aumento de 29 puntos porcentuales en posibilidades de sufrir un ataque cardiaco y hasta un 32 por ciento en accidentes cerebrovasculares. De igual manera el aislamiento va de la mano de mayores tasas de depresión, ansiedad y suicidio.

En la misma línea, en Miami-Dade, se encuentra la necesidad de búsqueda de iniciativas para la socialización de las personas mayores, no como parte de un programa frío que presuma rigidez sino como un todo sinérgico que se complemente.

Los políticos electos deberían fomentar, ineludiblemente, la promoción del acceso a las ayudas y a los recursos disponibles para los más necesitados. Desde medicinas hasta alimentos. Como sociedad nos toca, cuando menos demostrar la gratuidad y contribuir al bienestar de quienes entregaron toda una vida de trabajo y sacrificios. Como seres humanos rescatar los valores fundamentales y esenciales de la familia y no permitir nunca, que se arruguen los sueños y la esperanza. Al contrario, no perder el tiempo que demora dibujar una sonrisa, entregar un beso, regalar un abrazo, extender la mano.

Al final, como reza la frase que da título a una obra del apóstol cubano José Martí: Amor con amor se paga.

*Aspirante a comisionada por el distrito 12 de Miami-Dade

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