FC Barcelona ha ganado 0-2 al Osasuna en Pamplona y se coloca a dos puntos del líder Atlético de Madrid que mañana juega el derby ante Real Madrid.
Por el Espectador de Caracas con información de Noticias al Día y a la Hora
Llegaba el Barça al Sadar aún con el confeti pegado en las camisetas de los jugadores. Las dos victorias ante el Sevilla han dado un vuelco a las perspectivas de los de Koeman y ganar a Osasuna era la guinda a siete días de ensueño y poder sentarse este domingo en el sofá a ver tranquilamente cómo se ‘pegan’ sus rivales en el Wanda.
La diferencia entre un grande y un equipo notable, pero inferior, siempre la marcan los cracks, los que con un detalle deciden un duelo. En el caso de Ter Stegen, con varios ‘detalles’. Al descanso, el Barcelona dominaba 0-1 gracias a un golazo de Jordi Alba, habilitado por Messi en una jugada mil veces vista pero que pocos rivales pueden frenar, y por las paradas de su portero, que hasta en tres ocasiones salvó a su equipo para marcharse al intermedio invicto. Enorme el alemán.
Osasuna había impuesto un ritmo alto de salida, presionando mucho a los azulgrana. Además de ser una de las señas de identidad de los de Arrasate, esperaban con ese ímpetu que el Barça pagase el enorme esfuerzo físico y mental de su semifinal copera del miércoles ante el Sevilla. Ojo, hablamos de presión, pero no de agresividad. De hecho, la primera falta rojilla no llegó hasta el minuto 24.
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