26 de septiembre de 2024 6:07 PM

Linda D’Ambrosio: Wizz y María Victoria Carrasco

En tiempos de videojuegos y consolas electrónicas, no deja de sorprender que la figura de un perrito, un salchicha que se asoma desde las páginas de un libro impreso, se convierta en el amigo favorito de los niños.

El Universal / linda.dambrosiom@gmail.com

Pese a que el auge de internet pareciera anunciar que los materiales impresos tenían sus horas contadas, los libros en papel son el único formato físico que ha ido sobreviviendo en el ámbito creativo: mientras las ventas de videojuegos, películas y música en soportes físicos han decaído, las del libro en papel han manifestado un crecimiento del 1% anual hasta 2022. Así lo afirma un estudio realizado por PwC, empresa británica que presta servicios de auditoría, consultoría y asesoramiento fiscal a las principales instituciones del mundo.

Mike Shatzkin, autor de Publicación en el siglo XXI, una serie de conferencias e informes técnicos patrocinados por VISTA Computer Services y archivados en su sitio web, idealog.com, ha permanecido vinculado a la industria editorial durante más de cincuenta años, y se había preocupado por prever los cambios que la comunicación digital ocasionaría en este campo. Shatzkin estima que la posibilidad de sentir el tacto de un libro, de pasar sus páginas, de hacer anotaciones, de poner marcapáginas es lo que explica que las personas sigan prefiriendo el libro impreso al digital. También hay quienes afirman que sus ojos se cansan menos.

Si todos estos factores influyen en los adultos, podemos imaginar la importancia que tiene para un niño poder manipular un libro de cuentos. Se ve nutrida, mediante esta acción, no solo su mente, sino también su psicomotricidad. Se crea, además, un vínculo sentimental con el libro y con sus personajes, como si de un juguete más se tratara.

Esta es la opción por la que ha apostado María Victoria Carrasco quien, apoyándose en su formación como coach de vida, ha venido desarrollando una serie de libros para niños protagonizados por un mismo personaje: un perrito salchicha llamado Wizz.

Ubicado en diferentes contextos y viviendo diversas aventuras, Wizz constata los problemas que afectan al entorno y les inculca a los niños valores relacionados con la conciencia medioambiental y las medidas necesarias para garantizar su propia seguridad.

En cada una de sus aventuras, Wizz realiza un deporte diferente: es surfista, esquiador, futbolista… No podía ser de otro modo cuando su autora fue Campeona Mundial de Esquí Acuático durante 6 años consecutivos, batió el récord mundial en 4 oportunidades y se retiró invicta en la especialidad de figuras sin haber perdido una sola competencia entre 1973 y 1979.

María Victoria ha escritos dos libros más: La vida en la Profundidad y ADN de la victoria, mediante los cuales estimula a los lectores a dominar sus emociones, desbloquear sus creencias limitantes y vencer el miedo para alcanzar el éxito.

“Wizz es una mascota adoptada que ama los deportes. Su misión en la vida es enseñarle a los niños y niñas de todo el mundo que, gracias al deporte, se llega al éxito. Wizz es un atleta que deja mensajes importantes sobre el deporte y el compañerismo”, afirma María Victoria, quien ha publicado ya seis historias protagonizadas por el atleta salchicha.

En este proyecto María Victoria se ha visto acompañada por el ilustrador Raúl Rodríguez , quien ha traducido a imágenes los cuentos, una labor tan importante en la literatura infantil que se estima que los creadores de imágenes son auténticos co-autores.

No puedo menos que pensar, de cara a las vacaciones estivales, en el bien que proporcionará la lectura de las aventuras de Wizz a todos los niños que puedan acceder a sus libros.

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